miércoles, 18 de febrero de 2015

LA CUARESMA MARCA INICIO DE ARREPENTIMIENTO Y RECONVERSION

Se celebró el inicio de la Cuaresma con la celebración de la misa de Miércoles de Ceniza a las siete de la mañana en la iglesia parroquial a cargo del Pbro. Francisco Mukul Domínguez.
El cura dijo que este es un momento muy especial, que el Señor nos regala como una gran oportunidad de perdón, conversión y reconciliación. La Cuaresma son los 40 días que el Señor nos regala para que nos preparemos para celebrar la Pascua, nos lleva a la celebración de la Pasión, Muerte y Resurección de Jesucristo. Por eso la Cuaresma es el destino de ese tiempo especial, un tiempo de oportunidad que el Señor nos da para que pensemos cómo estamos llevando nuestra vida.
Hay tres acciones que el Evangelio nos pone que son para que como signos externos nos van ayudar y nos llevarán a la conversión: la limosna, la oración y el ayuno, signos externos no son para que la gente vea. Son acciones que nos deben llevar a la conversión sino quedaríamos únicamente en las acciones externas, un ejemplo muy claro es la imposición de la ceniza, mucha gente cree que se hace porque participó en el carnaval o que es la costumbre, pero es más bien un signo, tiene que haber un arrepentimiento de nuestro pecados, no quita que estemos con alegría por el tiempo de la Cuaresma, con verdadero sentido de penitencia y sacrificio, algo del que no estamos acostumbrados en nuestra vida diaria, y no es porque no importen nuestras ocupaciones o preocupaciones sino porque descuidamos algo importante que es nuestro espíritu. Nuestra conversión debe llevarnos a una mejor relación, a una fraternidad con los hermanos, agregó.
La Cuaresma debe llevarnos pues a ser mejores personas y mejores cristianos y cuando las personas llevamos nuestra vida de una forma externa, sin ningún compromiso de vida personal no surte el efecto que se espera, que es acercarnos al Señor, apuntó.
La Cuaresma es pues el tiempo de la salvación, subrayó.
Jesús dijo a sus discípulos que cuando den limosnas no lo anuncien con trompetas como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para que los alaben los hombres, yo les aseguró que ya recibieron su recompensa. Tú en cambio cuando des limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto y tu padre que ve lo secreto te recompensará. Cuando hagan oración, no sean como los hipócritas a quienes les gusta orar de pié en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Cuando vayas a orar entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante el padre, que está aquí en lo secreto y tu padre que ve lo secreto te recompensará, cuando ayunen no pongan cara triste como los hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro para que la gente note que están ayunando. Cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sepa la gente que estás ayunando sino tu Padre que está en lo secreto y tu Padre que ve lo secreto te recompensará.

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