A nueves meses de haber anunciado su interés por rescatar el Casino de Progreso, el cual cuenta con más de 70 años de historia, anoche el alcalde Julián Zacarías Curi, comunicó que a partir de junio el Ayuntamiento comenzará a dar nueva vida a ese emblemático espacio.
A través de un vídeo publicado en sus redes sociales, el munícipe recordó la importancia de preservar este inmueble que se encuentra ubicado en la esquina de la calle 31 por 74 y que, tras su abandono, en la actualidad corre el riesgo de perder no sólo su arquitectura, sino también la referencia de múltiples y queridos encuentros.
“Después de casi 25 años con las puertas cerradas y las paredes cada día más dañadas, por fin en junio comenzaremos con la transformación y reedificación de nuestro Casino de Progreso, el cual será patrimonio de los progreseños”, resaltó.
Además, recordó, “hace 9 meses les hice una promesa que hoy ya es una realidad, pues el plan presentado para la recuperación de nuestro Casino ha sido aprobado por el Gobierno del Estado de Yucatán, y validado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.”
En ese aspecto, Zacarías Curi enfatizó que el nuevo Centro Social y Cultural Casino de Progreso buscará resaltar la identidad del puerto y rendir honor a los fundadores, a través de una pared que plasmará sus nombres, para que las nuevas generaciones tengan conocimiento de los orígenes del lugar.
Es importante aclarar que la intervención al emblemático inmueble comenzó desde febrero de 2019, cuando el cabildo progreseño solicitó al Poder Ejecutivo del Estado de Yucatán la expropiación del predio, con base en un plan presentado y aprobado por el Gobierno del Estado, mediante el cual se explica que el edificio debiera ser reconstruido, respetando su diseño exterior original, conforme el proyecto validado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En ese contexto, en agosto de 2019, el Gobierno del Estado de Yucatán, en el Diario Oficial, en su edición vespertina y con el Acuerdo 16/2019 actualiza las causas de utilidad pública dispuesta en la Ley de Expropiaciones del Estado de Yucatán, para la expropiación del predio conocido como el “Casino de Progreso”.
Indicando que es primordial e incuestionable la obligación del Estado de preservar la seguridad y la salud de los ciudadanos; el mejoramiento de la imagen y entorno urbano; y la relevancia de los atractivos de la ciudad y puerto de Progreso que hacen de la zona una región con vocación hacia el turismo, conjuntando acciones en beneficio de la economía municipal y del Estado.
Zacarías Curi precisó que buscará los mecanismos legales para asegurar que dicho inmueble sea declarado patrimonio de la ciudad, a fin de que éste no pueda ser vendido o comprometido en ninguna administración venidera, y así brindar a toda la sociedad un espacio digno para impulsar su crecimiento, preservar su historia, y fomentar la convivencia.
Por otro lado y en cuanto a la historia del edificio, el maestro Pedro Bermúdez Solís, cronista de Progreso recordó los inicios del Casino, originalmente nombrado como “Paco Club” en distinción al señor Francisco Morales Góllez, fundador de la antigua liga de empleados “Benito Juárez”, vocal del Concejo Municipal y delegado de la Beneficencia Española en Progreso, de origen canario y quien fuera asesinado, a la edad de 36 años, el 22 de marzo de 1924, junto con Piedad Luna, Cecilio Pérez y Luis Zavala por defender los derechos de los trabajadores.
Y destacó que, “los iniciadores del Casino de Progreso, estaban conformados en una Sociedad Civil Particular por Acciones, iniciada el 16 de julio de 1944 bajo la razón social de Casino de Progreso S.C. por A. y creada para una duración de 50 años, prorrogables por 25 años más, si así lo determinaran los accionistas. En sus años mozos, Raphael, “El Divo de Linares”, Manoella Torres, “La Mujer que Nació para Cantar”, Marco Antonio Muñiz, "El Embajador del Romanticismo" y "El Lujo de México", Manolo “Rock” Muñoz, Johnny Laboriel “El Hombre Espectáculo”, así como grandes orquestas e infinidad de grupos musicales firmaron en sus paredes el acta de presentes.”
Finalmente, Bermúdez Solís resaltó también la importancia de rescatar tan apreciable edificio, “de manera sistemática, durante las últimas administraciones municipales, el municipio de Progreso, ha perdido una propiedad por año en promedio. Es entonces de necesidad social urgente, que Progreso recupere este espacio emblemático, que por décadas estuvo en el abandono total y fue considerado antaño el local por excelencia entre los porteños en general: El Casino de Progreso.”
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