miércoles, 28 de septiembre de 2011

FENECE NEGOCIOS DE REVISTAS

(POR ESTO).- La venta y cambio de revistas usadas en el puerto está a punto desaparecer porque muchas imprentas de novelas han cerrado”, comentó Alfredo Palomo García, dedicado por más de dos décadas a este tipo de comercio en el mercado municipal. “Este giro esta feneciendo debido a que muchas editoriales a nivel nacional han dejado de funcionar, por lo que no hay novelas para comercializar”, recalcó. “Desde temprana hora abro como todos los días mi puesto, en el cual tengo más de dos décadas, pues a pesar de la crisis económica que afecta los bolsillos de los habitantes del puerto, la gente dedica parte de sus ingresos a la compra de revistas, periódicos, cuentos y novelas. “En mi caso me dedico a la compra y venta de revistas usadas, con lo que me gano algunos pesos. “Muchas amas de casa son asiduas lectoras de las revistas de programas televisivos, para enterarse de lo que sucederá en las telenovelas. “Mis principales clientes son los pescadores, sobre todos los hombres de mar adultos, que compran sus novelas de vaqueros o misterio, pero de figuritas, que son sus favoritas, y se las llevan a sus embarcaciones para leerlas, como parte de su costumbre en sus embarcaciones”, reveló. “En nuestros días uno de los grandes competidores de los puestos de revistas son los llamados DVDs, pues muchos pescadores y clientes en general ahora prefieren comprar películas en lugar de leer cuentos o novelas, porque esto es parte de las nuevas generaciones. “De los puestos de venta de revistas en el puerto son pocos los que quedan. En la década de los 90 habíamos muchos, pero ahora somos contados los que nos dedicamos a esta actividad. "¿Quién no recuerda el tradicional Kalimán, Memín pinguín, Lágrimas y risas, El libro vaquero, novelas de amor, Libro pasional? todo esto es parte de la historia porque se está acabando. “El mercado de la revista en el puerto cambia continuamente, ahora se comercializan las revistas en muchos comercios, como los supermercados o las farmacias, que hacen que los clientes estén limitados. “Sin embargo, como decía al principio, hay que seguirle dando al negocio hasta donde lleguemos, con que salga para comer es más que suficiente, porque actualmente no da para más, por lo que en realidad creo que los que vivimos de este giro seremos la última generación, porque el mercado de las revistas de novelas se ha acabado”, finalizó.

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