Esta mañana hizo un arribo más el crucero Carnival Triumph que trajo 3,278 pasajeros y 1,058 tripulantes, arribando procedente de Galveston, Texas a la terminal de cruceros norte a las 6:17 horas, atracando a las 7:15 horas y partiendo luego hacia la isla de Cozumel, Quintana Roo a las 16:00.
Del gran total de visitantes aproximadamente unas 400 personas, entre las que se encontraban en su mayoría familias completas, parejas, grupos de amigos y hasta quien hizo su viaje de placer y de descanso en solitario. Del resto, que fue la mayoría de los pasajeros, compraron paquetes para visitar zonas arqueológicas, rutas mayas y haciendas coloniales.
En esta ocasión no fue sino hasta el mediodía cuando los pasajeros empezaron a descender de la terminal remota, el motivo se desconoció pero según guías de turistas los bailables y el paseo de los viajeros a los tianguis que se ubican allí mismo hizo que su bajada se demorara por un par de horas.
En las playas todo fue regocijo, animosidad, buen ambiente y diversión pues los que aquí permanecieron se quedaron complacidos con el marco que brinda la naturaleza en el puerto con un Sol esplendoroso, el cielo totalmente despejado, el mar con un poco de bravura pero que no era impedimento para viajar en bananas o motoskies.
La blancura del mar hizo que las bellas retozaran en las dunas porteñas lo que hizo que se creara un marco esplendoroso pues la combinación de bikinis le quitó la respiración a más de uno.
Los comerciantes reportaron un poco de venta entre objetos como alhajas, pedrería, figuras en barro, playera, puros, hamacas y sombreros. Disfrutaron de masajes relajantes y se asolearon como pudieron: desprendiéndose de la pieza superior dejando nada a la imaginación o tapándose con un minúsculo pareo que hacía suspirar a quienes las vieran.
Los varones disfrutaron de deliciosas piñas coladas y los platillos regionales que ofrecen los más de quince restaurantes ubicados en la avenida del malecón.
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