El pasado jueves 23 de octubre fueron felicitados todas aquellas personas, dedicadas al estudio y practicas medicas a lo largo del tiempo que generan la loable labor de mitigar alguna dolencia tanto física como mental a todo prójimo que lo necesite o solicite
Ya que desde el comienzo de su existencia el hombre ha tenido que verse enfrentado con la enfermedad, y como resultado de esto ha desarrollado diversos métodos para curar o por lo menos para aliviar el sufrimiento y con estas cortas aseveraciones se puede concluir el compromiso humanista que tienen inmersos en esta titánica labor.
Por otra parte y haciendo un poco de historia en México se instituye oficialmente y se celebra por primera vez el Día del Medico el 23 de Octubre de 1937 en la ciudad de Cuernavaca Morelos por los Sindicatos Médicos Confederados de la República en memoria de la inauguración del Establecimiento de Ciencias Médicas de la Ciudad de México en ese mismo día pero en el año 1833 por el entonces Presidente de México el médico y político Valentín Gómez Farías quien ocupara por 5 veces ese cargo. A nivel internacional la Confederación Medica Panamericana instituyo desde el año de 1933 que cada 3 de Diciembre se conmemore el Día del Médico en memoria del natalicio del Dr. Carlos Juan Finlay Barrés (1833-1915) médico y científico cubano quien descubrió que la transmisión de la fiebre amarilla era ocasionada por un vector intermediario como el mosquito Aedes Aegypti.
Pero hablar del Día del Medico va más allá de una lisonja o de una celebración ya que para nosotros el curar es una labor que tenemos que asumir cotidianamente con todos los riesgos que esta acción conlleva a pesar de seguir estudiando nuevas técnicas y métodos para poder contar con una sociedad más sana para que pueda enfrentar los retos cotidianos y si algún día llegamos a fallar por nuestra misma condición humana ya que cada acto de nuestra vida profesional tiene implicaciones y a veces muy significativas que no se nos tilde de ineptos o malintencionados como a veces ha sucedido y que ha llevado a varios colegas a enfrentar cuestiones legales. Por eso es muy importante continuar con nuestras actualizaciones ya que así aprendemos más y nos volvemos también educadores, en este caso de la salud y de esta manera enseñar con el ejemplo seria nuestra prioridad así como también profundizándonos a la ciencia que es una de las formas más elevadas del quehacer espiritual pues está ligada a la actividad creadora del intelecto, forma suprema de nuestra condición humana.
Cada día la ciencia que es la expresión de la necesidad inherente al ser humano, avanza innovando progresos en la medicina y en la bioingeniería demostrando resultados y éstos solamente se podrán considerar verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser privilegios para algunas minorías y que debemos los médicos,
Si nuestra condición nos lo permite construir una sociedad más igualitaria que no deje de lado la justicia social y la solidaridad. Para concluir esta introspección que es a título personal manifiesto que la he basado en las premisas de nuestra SOCIEDAD MEDICA DE PROGRESO A.C que son ética, excelencia y humanismo las cuales nos obligan a proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre considerándolo como un compromiso trascendental en nuestro corto paso por este mundo ya que en cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente así como los conceptos éticos y morales para tratar de seguir siendo ese rayito de esperanza para nuestros congéneres y entonces así la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad, esto fue expresado por el Dr Arturo Quezada Domínguez , Presidente de la Sociedad medica de Progreso
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