Pues ya se le hizo costumbre hacer berrinches a Julián Zacarías Curi, el que era priista y se volvió panista para ver si le toca hueso como alcalde de Progreso, cuando las cosas no le salen como espera y ahora se tiró la puntada de inventar que es víctima de espionaje.
Con esta historia, Julián Zacarías muestra una vez más que ha perdido la cabeza en su búsqueda de poder y que poco le importan los progreseños, pues cree que son fáciles de engañar con versiones tan poco creíbles como que un vehículo a la vista de todos estaría fisgoneando lo que sucede en su búnker.
Más increíble aún resulta que una camioneta estuviera siguiendo, como dice, sus caminatas desde hace varios días pero no se había dado cuenta y mucho menos denunciado.
Una vez más miente, como mintió cuando traicionó a los militantes de su partido para irse al PAN, cegado por la ambición y porque por sus pistolas decidió que le tocaba ser candidato y presidente municipal.
Todo esto es nada más que algo a todas luces orquestado por su equipo mismo, al parecer con el objetivo de ver si levanta o al menos llama la atención de los medios, pues su campaña va en picada.
En su desesperación, el equipo del ex priista armó todo un show y cuando la Secretaría de Seguridad Pública llegó para proceder ya no querían que se llevarán la camioneta. ¿Entonces? ¿Cuál era el juego?
Julián está desesperado, ya arreció sus ataques y hace más guerra sucia, pues no tiene propuestas. Miente como mintió cuando se anunció blanquiazul y con nueva ideología, pero ha tratado de que en su equipo vayan colándose más priistas. Así como ha tratado de jalar a sus achichincles tricolores, ofreciéndoles un puesto en el supuesto gobierno.
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