TRAS UNA SEMANA DE "AYUNO" REGRESAN CRUCEROS

Tras una semana sin movimiento turístico a través de los llamados "hoteles flotantes", este lunes arribó el crucero Ecstasy de la línea naviera Carnival que atracó desde muy temprano a eso de las 5:45 horas, cuyos pasajeros no descendieron sino hasta las 8 de la mañana y posteriormente en la tarde, alrededor de las 4 p.m., partieron con rumbo a la isla de Cozumel, Quintana Roo.

En este sentido el navío Ecstasy arribó con un total de 2,465 pasajeros y 897 tripulantes. Debido al buen tiempo muchos fueron los pasajeros que se animaron a bajar para visitar el puerto y otros decidieron comprar paquetes de tours para poder visitar algunas zonas arqueológicas, rutas mayas y haciendas además de zonas costeras y turísticas. Del resto, alrededor de unas 200 personas, permanecieron en el puerto gozando de un día de tranquilidad aunque sin mucho sol ni humedad porque el cielo estuvo la mayor parte del día medio nublado, y no fue sino hasta pasadas las once cuando quedó despejado. Los visitantes que se quedaron en el puerto participaron alegremente de los juegos que se organizan a un lado del malecón, otros más se acomodaron en los camastros para tomarse a gusto sus cervezas bien heladas y degustaron tostadas con fríjol refrito o guacamole. En otros restaurantes les sirvieron platillos a base de pescados o mariscos u otras especialidades de la casa. En la playa la cosa estuvo muy animada pues la mayoría ante el perfecto clima, prefirió para lucir sus figuras con sus trajes de baño o biquinis sugerentes. La mayoría de los que gozó de su estadía en Progreso fueron personas de la tercera edad, adultos y muy pocas personas jóvenes y no se diga de los niños porque casi no se les vio por ningún rincón. Las familias de turistas se les vio por la Casa de las Artesanías, paseando en la zona comercial del puerto, en el parque principal, mercado y Palacio Municipal. Disfrutaron de su paseo por el carnavalito y compraron diversos objetos como sombreros, hamacas y ropa para damas y caballeros, según lo dicho por comerciantes como Eduardo Barbosa y Lou Kuri. Algunos parroquianos se sentaron a tomar las chelas en los barandales del malecón para ver el singular desfile de pieles de todos colores. "Venimos a ver las 'nylon' de las gueritas", dijo sonriente don Miguel, un señor pensionado que con singular alegría tenía una caguama entre las piernas.