viernes, 4 de noviembre de 2011

NUEVA METIDA DE PATA DE LA COMUNA

(POR ESTO).- Un escándalo se ha generado en el Ayuntamiento de Progreso, que se tambalea a un semestre de concluir la administración municipal, por la organización de un festejo de halloween en la sala de fiesta “D'Mar” de Chicxulub Puerto el pasado fin de semana, pues se suscitó una batalla campal y se vendieron bebidas alcohólicas a menores de edad sin el permiso de las autoridades correspondientes. Fuentes cercanas a la Comuna refirieron que entre las cabezas que se tambalean en esta época de muertos está la de Elsa Marcela Ruz Campos, comadre de la Alcaldesa, directora de Recaudación Fiscal y Espectáculos; y la del director de Relaciones Públicas y Comunicación Social, José Uribe Magadán, sobrino de la Presidenta Municipal. El problema surgió cuando José Oliver Uribe (a) “Pollo”, quien demostró ser influyente hijo de la empleada municipal Tere Uribe Magadán, hermana de José, director de Comunicación Social, ambos sobrinos de la alcaldesa, organizó el sábado pasado una fiesta de halloween en la sala de fiestas "D'Mar" de Chicxulub Puerto, en la cual se permitió la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad. Además el evento terminó con una riña colectiva a botellazos entre una veintena de jóvenes, la madrugada del domingo 30. A pesar de que el problema fue escandaloso en la comisaría, las autoridades guardan completo hermetismo sobre el sonado caso de este festejo de halloween al que asistieron unas 300 personas y hubo cuando menos 5 lesionados, según testigos. La gente fue desalojada por elementos de la Policía Municipal, quienes también excluyeron del parte informativo los hechos, por el joven influyente. Como hablamos de influyentismo, la directora de Recaudación Fiscal y Espectáculos, Elsa Marcela Ruz Campos (Chuly), no estuvo en el sitio para inspeccionar, a pesar de que había menores embriagándose, ni mandó a sus inspectores a realizar su trabajo. El sobrino influyente José Oliver Uribe no contó con los permisos municipales para la venta de bebidas alcohólicas, que se realizó sin permisos municipales ni estatales, y se hizo a puertas cerradas en forma clandestina. Además no hubo seguridad en el evento, donde se aplicó barra libre, en violación a la ley de salud; y se realizó el cobro de 150 y 100 pesos, para hombres y mujeres, respectivamente, a quienes no se les pidió la credencial de elector para poder ingresar. La fiesta clandestina terminó con la intervención de la fuerza pública por el pleito entre dos jóvenes, quienes en medio de la trifulca golpearon a otros adolescentes que se sumaron a la riña, en la que hubo botellazos y sillazos sin el control de las autoridades. Entre los involucrados estuvo conocido artemarcialista, que abusando de sus conocimientos sometió y agredió a varios de los que estaban en la fiesta privada, algo prohibido por el doyo kung, como saben quienes tienen conocimientos de esta disciplina oriental. A pesar de los lesionados y de los jovencitos vomitando en plena vía pública totalmente ebrios, no hubo arrestados, por pertenecer a los llamados “chicos fresa” del puerto, a los cuales “Pollo” siempre dijo que “todo está controlado, no pasa nada”, y hasta hoy nada ha pasado, pero no se descarta que algo suceda. Padres de familia dieron a conocer a POR ESTO! que fue algo denigrante ver a los adolescentes en estado de ebriedad. Oliver Uribe inicia en el negocio organizando fiestas infantiles entre sus amigos. Es de mencionarse que José Uribe Magadán ha tenido un jalón de orejas, por la marcada deficiencia en su departamento de Relaciones Públicas y Comunicación Social, que debe ser los ojos y oídos de la Comuna, hoy departamento asesorado por el simpatiquísimo “Carlitos Reyes”, quien es proveedor del Ayuntamiento con su negocio de lonas y venta de espacios publicitarios en un programa televisivo. Por si fuera poco, ahora no tiene horario, por lo que entra y sale cuando quiere a la sede de la Comuna e incluso hay días que no labora. Se rumora que está muy palanca con el tesorero municipal Eduardo Ojeda Manzano, con quien mueve las facturas de su negocio con un prestanombres. Pero sigue con su labia de engañar a los regidores y funcionarios. “Si alguien tiene problemas con la prensa nada más me dicen y de inmediato lo soluciono”, asegura. Veremos qué tan eficaz será para proteger a Chuly al igual que a su propio protector José Uribe Magadán, quien le abrió la puerta a la burocracia municipal.

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