Jesús antes de subir al cielo, se dirigió a los apóstoles a quienes les dijo: Voy a estar con ustedes todos los días hasta el Fin del Mundo y de hecho eso es exactamente lo que nosotros celebramos, que el Señor está con nosotros todos los días a través de la Eucaristía, expresó el Pbro. Francisco Mukul Domínguez al celebrar la clausura de las 40 Horas en la iglesia de la Purísima Concepción y San José.De hecho la celebración eucarística es la presencia viva del Señor. Para todos nosotros es un misterio el amor que Dios nos tiene, pues sólo el amor de Él es capaz de hacer que se quede su cuerpo y su sangre, del cual podamos nosotros alimentarnos. Es un misterio de luz, pues a través de su palabra ilumina nuestra vida, nuestra inteligencia y a través de esa luz nos va a guiar hacia el camino que debemos seguir en nuestra vida diaria.
También es un misterio de vida, pues Él dijo: aliméntense de mi cuerpo y de mi sangre que para alcanzar la vida eterna, añadió.
Hubo santos que siguieron su ejemplo, tal es el caso de San Narciso, conocido también como el padre de la Eucaristía. Es el patrón de los monaguillos, ayudaba a un sacerdote y sufrió las primeras persecuciones de los cristianos en la antigua Roma.
Era importante para ellos reunirse a celebrar la Eucaristía a pesar de las dificultades que tenían al no poder celebrar como se debía el culto. El se ofreció a llevar la Eucaristía a los presos y enfermos y un día se topa con gente pagana que no creía en Dios y lo atacaron con piedras.
No olvidemos que el mayor milagro de amor por parte del Señor está en una hostia y en el vino, que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Tras la misa, se llevó a cabo una procesión por las principales calles de este puerto con la presencia de decenas de fieles.
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