Joaquín Villanueva Loo, delegado de abastecedores del mercado municipal, quien se encarga de distribuir la carne de res en el puerto, dijo que en un periodo normal se sacrifican entre 3 y 4 reses al día. Desde el inicio de este mes, en cambio, solo se sacrifican dos animales, de modo que la situación para estos comerciantes no es la mejor.
“Con relación al clembuterol, el ganado que comercializamos en el puerto viene de Tizimín, Panabá y Conkal, bovino de pastura. El problema que tienen es la falta de lluvias, que hace que los animales no tengan el alimento al que están acostumbrados. La carne que comercializamos es de muy buena calidad, inspeccionada por los encargados de salud.
“La carne de res es un alimento que se aleja de los bolsillos de la clase media, porque el kilo cuesta entre 60 y 70 pesos; las amas de casa siempre combinan las comidas a base de carne de res con verduras, para que rinda.
“Los principales clientes de los carniceros son los pescadores, porque cuando llegan a hacer sus compras al zoco compran grandes cantidades de carne. El dicho dice que si trabajas mucho, bien te alimentas. Otra cualidad de los hombres de mar es que pagan bien el producto, no regatean y consumen calidad, en lo que se refiere a carnes rojas.
“Otros clientes potenciales son los restauranteros, que compran grandes cantidades de carnes rojas para ofrecer a sus clientes, sobre todo los fines de semana.
“Los sábados, como hoy, hay gran demanda de panza de res, para hacer el tradicional mondongo que se comercializa principalmente los domingos.
“Buscamos la forma para que el producto esté al alcance de las familias y que consuman carne molida, mondongo, palomilla y otras partes de la res a precios más accesibles.
“Sin embargo, ahora el consumo de la carne es muy limitada porque los ingresos de muchas personas son limitados, por eso buscan otras opciones en lo que respecta a su alimentación diaria”, comentó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario