(POR ESTO).- Dentro de los programas permanentes de mantenimiento preventivo que tiene Petróleos Mexicanos para garantizar la seguridad y la confiabilidad de sus instalaciones, ayer se realizó con éxito la llamada “corrida de diablo instrumentado” en el poliducto de 10 pulgadas, entre las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TARs) de Mérida y Progreso.
Es el primero del año. El ejercicio consiste en introducir un equipo de medición, conocido como “diablo instrumentado”, para que realice la medición interior de la tubería y detecte cualquier irregularidad o desgaste fuera de especificación para determinar las acciones a seguir, desde la colocación de protección mecánica adicional hasta la sustitución de los tramos del ducto que así lo requieran.
Mediante el uso de esta tecnología de vanguardia se obtienen registros precisos que marcan la ubicación exacta de la tubería que deba ser sujeta a labores de mantenimiento, lo que garantiza que las operaciones de transporte de hidrocarburos se realicen conforme a la normatividad vigente en la materia y en apego a la política de Seguridad, Salud en el Trabajo y Protección Ambiental (PEMEX-SSPA).
La “corrida de diablo” inició a las 12 horas en la TAR Progreso y concluyó a las 22 horas en la TAR Mérida, donde se recuperó el equipo sin sedimentos, encendido electrónicamente y en espera de la interpretación de los resultados por parte de la empresa NDT y el personal de Ductos Sureste de Pemex.
Estos ductos son empleados para que las tuberías utilizadas en la transportación de hidrocarburos, las cuales son de acero al carbón, conforme a la norma API-STD-5LX-Grado X 52, y cuentan con protección mecánica a base de alquitrán de hulla. Los ductos de Pemex atraviesan desde hace más de dos décadas la calle 84 de este puerto.
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