Hermanos, todos los aquí reunidos somos “Señal para el pueblo”, somos faro de luz en medio de la oscuridad, somos aquellos que, seguros y consientes, mostramos a los demás el rumbo de nuestra vida, les mostramos lo que somos, la pobreza de nuestras infidelidades humanas pero también la riqueza de la Fidelidad del Maestro, expresó el vicario cooperador de la iglesia de la Purísima Concepción y San José, Pbro. Fausto G. Castillo Pereyra al celebrar la misa de despedida de esta parroquia.El cura agregó: Les hablamos con nuestras palabras pero somos consientes de que es Él quien habla a través de nosotros, por eso no vamos con presunciones diciendo: “yo hice esto…yo hice aquello” sino que cada logro tuyo y mío es el logro de Cristo que actúa, y seguirá actuando, en nosotros, en nuestra comunidad, “somos siervos que hacemos lo que nos toca” pero también, y sobre todo, esa es nuestra mayor gloria, la alegría que nos lleva a dar un paso adelante, y dar la vida por los demás.
Algunos me han preguntado si les extrañaré. La respuesta es no. No puedo extrañar lo que ha quedado tan grabado en mi corazón, que es ahora parte de mí y me lo llevo a donde vaya, mi ser discípulo/sacerdote no lo puedo entender sin todo lo que hemos compartido juntos y eso, eso no me dejará extrañarles.
No podré extrañar al padre Francisco Mukul, párroco de este puerto y a los jóvenes y adolescentes, de quienes no puedo olvidar sus aflicciones, sus deseos de superación y sus caídas y levantadas, su esfuerzo, sus lágrimas y su sinceridad. Todo aquello grabado aquí en el corazón, no puedo extrañar eso, gracias a todos y cada uno de ustedes que me han hecho mucho bien, finalizó.
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