Poco después del atardecer, cerca de la Capilla de Guadalupe de este municipio, se comenzaron a reunir, niños, jóvenes y adultos, quienes con orgullo y respeto, lucieron hermosa indumentaria y caminaron la calle 33 para dar vida al tradicional Paseo de Ánimas y encaminarse a la Muestra de altares que el H. Ayuntamiento de Progreso, a través de la Dirección de cultura, preparó este viernes en el Parque Independencia.
El derrotero estuvo integrado por los pequeños de las primarias “Candelaria Ruz Patrón”, “Mártires de Chicago”. turno vespertino, los alumnos de los talleres de la Casa de la Cultura y las academias “Dance Studio” y “Flory Febles”, así como por autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Julián Zacarías Curi y la Presidenta Honoraria del DIF, Alma Rosa Gutiérrez Novelo.
El olor a incienso fue marcando el trayecto de las “ánimas” que tenían como fin llegar al Parque Independencia; ahí las direcciones municipales de Turismo, Transporte, Catastro, SMAPAP, Desarrollo Social, Seguridad Pública y Tránsito, DIF, así como Juventud y Deporte, ya las esperaban con esmerados altares. Destacaron dos jóvenes caracterizadas de “Ceiba” y “Catrina” que, además de todos los asistentes, dejaron volar su imaginación al maquillarse como auténticas almas visitantes.
Los estudiantes del Colegio de Bachilleres, quinto semestre (ambos turnos), rindieron homenaje a todos los pescadores fallecidos en el mar y compartieron el altar con el que ganaron el concurso realizado en su plantel el pasado martes 22 de octubre.
En la muestra de altares, participaron también los jóvenes de la carrera de Administración del Instituto Tecnológico Superior de Progreso, y los alumnos del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar, estos últimos rindieron homenaje a los estudiantes del 68.
Por otro lado, destacó por ofrecer una explicación en legua maya la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, que es su traducción al español a cargo de la Lic. Evelyn Campos Acosta, dio detalles del montaje, “tenemos tres niveles, el primero representa el cielo, ahí hay fotografías de los fieles difuntos y la cruz verde que representa la religiosidad; el nivel dos representa la tierra, ahí se colocó la comida que más le gusta a la gente en vida, relleno negro, tamales y también una botella de licor; en el tercer nivel representamos el inframundo con velas y un camino blanco para guiar a la ánimas al altar”, concluyó.
Al finalizar la convivencia, los asistentes disfrutaron, además de alimentos, la presentación de los talleres de la Casa de la Cultura; el de Jazz, a cargo del maestro Juan Emilio Vázquez, y de Guitarra y Percusiones, de los maestros Benjamín Fuentes y Miguel Aguilar.
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