Representantes de la comunidad católica se reunieron para dar testimonio y dar a saber que lo que un pequeño grupo de Chelem Puerto no representa el sentir de toda la comunidad de Progreso.Los representantes de las comunidades de Chuburná, Chelem, Flamboyanes y Progreso lamentaron la partida del presbítero Juan Ismael Sánchez Domenzaín, a quien calificaron como un ser iluminado por el Señor, un ser ejemplar.
Su lugar será tomado provisionalmente por el párroco de la iglesia de la Purísima Concepción y San José, Pbro. Francisco Mukul Domínguez. Sánchez Domenzaín, por órdenes de la Arquidiócesis será enviado a otra iglesia en breve, mientras se repone del duro golpe que le causaron quienes acusaron al padre de ladrón e incluso recibir amenazas de muerte.
Queremos limpiar la imagen de quien hizo mucho por su Iglesia; por hacer mejoras como la puesta del campanario, bancas y bocinas en la parroquia de la Virgen de la Medalla Milagrosa y San Telmo y la capilla del Divino Niño, indicaron.
Mario Canto indicó que “es injusto que un grupo diga que se robaba el dinero cuando todos saben que convaleciente de una operación llegó a empezar de cero; el padre, lamentablemente deja Progreso, se va por su integración física, por su salud”.
Indicaron que no es justo que se vaya así, porque no se lo merece; él fue un hombre recto, él quería que fuéramos guerreros, formándonos a través de las enseñanzas que él nos dejó; por eso es importante que agradezcamos mucho y no permitir más que sea castigado de la forma en que el mismo Jesucristo sufrió.
“Él nos enseñó a ser humildes, es un escogido de Dios, porque muchos entran a seminaristas pero pocos son los escogidos; por eso es importante que el Arzobispo Gustavo Vega Rodríguez venga a Progreso y constante personalmente tanto las necesidades como las obras que hizo el padre Juan”, dijo a su vez la señora Paty Velásquez.
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