El Triumph trajo un total de 2,439 pasajeros y 1,023 tripulantes de los cuales permanecieron en el puerto alrededor de 300 personas, pues en su mayoría las familias texanas fueron llevadas a conocer Mérida, haciendas coloniales y parajes naturales.
Los que disfrutaron del clima fresco porteño se metieron al bravo mar, que arrojó sargazo que fue removido para mayor fluidez de los cruceristas que gustan pasear por la orilla de la playa.
Otros se distrajeron tomándose fotos y comiendo botanas y tomando cervezas o agua purificada.
Las ventas en esta ocasión con clima adverso fueron mínimas; se notó la ausencia de los que renta paseos en banana y moto y las masajistas reportaron poca clientela.
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