El cura les dio la bendición a los hombres de las carreteras, además hubo la representación de la aparición viviente de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego, caracterizados pequeños del puerto.
La peregrinación llegó al templo parroquial escoltada por 8 tracto-camiones emitiendo el sonido de claxon, anunciando su llegada a la iglesia local, donde trasladaron la imagen guadalupana al altar para que junto a su familia escucharan la misa.
Al término de la misa el vicario les dio su bendición y les felicitó por seguir dando vida a esta tradición guadalupana.
La imagen de la Emperatriz de América encabezaba la larga caravana y fue así que los tracto camiones dieron la vuelta al parque principal para retornar de nueva cuenta, con las pesadas máquinas, al centro de trabajo donde junto a sus familiares se llevó a cabo un convivio como todos los años.
Decenas de banderines se mostraron a lo largo del recorrido con el estruendoso sonido de sus claxons, y cumplieron con esta peregrinación que ya es parte de una tradición que llevamos todos los mexicanos en el corazón.
Debemos estar pendientes de las necesidades de los hermanos que están a nuestro lado, sobre todo si tienen necesidades y nosotros podemos darles algo para ayudarlos en su vida diaria.
Otros peregrinos, como es costumbre, se sumaron a la marcha en el parque de la Independencia, la columna religiosa estaba resguardada por los elementos de la Policía Municipal Preventiva,
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