Se sabe muy bien que la educación es la base de la sociedad. Pero para que aquello surta efecto es necesario que en este aspecto colaboren en conjunto padres, hijos y maestros, expresó Nicte-Ha Miranda León, diretora de la escuela primaria Mártires de Chicago.
Hay que considerar que levantar a los hijos de la hamaca por las mañanas para ir a la escuela no es tarea fácil. Si se les sacude, se quejan, se dan vuelta y continúan en su sueño. Gritarles o regañarles hasta jalarle las cobijas son sólo algunos de los métodos más comunes utilizados a diario por los padres para lograr que los hijos se levanten y lleguen a tiempo a la escuela.Se reconoce que es labor titánica de los padres y de los maestros también, el hacer que los hijos cooperen en lo mejor de lo posible en su educación o evitar que los adolescentes se vayan de pinta.
Es común el ver en estos días a los grupos de alumnos de distintos planteles y grados de estudios que vagan por las calles en busca de algo en que entretenerse o qué hacer.
Los alumnos que se les ve tan temprano en horas que son consideradas deben ser dedicadas al estudio, son resultado de dos cosas, o se salieron de clases y prefieren irse de pinta aún con el riesgo de que a finales del curso tengan problemas con sus calificaciones o son los maestros los que faltan y lo hacen sin dejar sustituto por lo que la clase se pierde y a los alumnos los retiran antes de tiempo.
Así como está vigente el problema de los alumnos que no entran a clases, que prefieren irse de pinta, dirigiéndose a los locales y plazas donde buscan entretenerse y matar su tiempo entrando a locales donde ofrecen maquinitas y juegos tragamonedas, también en el lado de los maestros hay la problemática de quienes faltan mucho dejando las horas de su clase como si fueran horas de descanso para los alumnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario