Los candentes rayos del sol rajaron las pieles de cerca de siete mil paseantes que llegaron a pasar el día en el último domingo del mes de septiembre.
A la zona turística llegaron en promedio unas siete mil personas, en su mayoría locales, además de visitantes nacionales y algunos grupos de extranjeros, quienes pusieron la nota de alegría en este día de relax y descanso playero.
Por las altas temperaturas, no fueron pocos los que se remojaron entre las olas del mar esmeralda, además de retozar y jugar en la blancura de la arena; se dispusieron a tomar bebidas como refrescos, agua embotellada y cerveza ya sea en camastros o bajo palapas y sombrillas.
Disfrutaron de comida yucateca, además la hecha a base de pescados y mariscos, como los cocteles de camarón, en salsa o con coco, pescado frito entero o empostas y empanizado, o las tradicionales comidas mexicanas como flautas, empanadas y pan de cazón.
Venteros ambulantes reportaron buenas ganancias como el caso de Tiburcio Sánchez, que al mediodía ya había ganado 500 pesos, así como de bien les fue a los que venden juguetes para la playa, sombreros o ropa.
Los restaurantes se mostraron con buen ambiente gracias a la buena cantidad de gente que llegó de la capital yucateca, cifra que se reflejó en el estacionamiento del bazar de artesanías, que se llenó hasta el tope.
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