Este lunes se llevó a cabo la misa en honor del padre Alejandro Rubio Romero, quien fuera párroco de la iglesia de la Virgen de la Medalla Milagrosa en Chelem Puerto.
Concelebraron la misa el Arzobispo Mons. Gustavo Rodríguez Vega, el obispo Pedro Mena y el párroco de Progreso, Óscar Manuel Cetina Vega.Las cenizas del padre fueron recibidas con cánticas y música del mariachi México Nuevo, veinte sacerdotes, miembros del decanato 16.
Rodríguez Vega dijo "nos hemos reunido hoy para celebrar el misterio pascual de Cristo, que se cumple en nuestro hermano sacerdote Alejandro, cuyo cuerpo acompañamos con las cenizas aquí presentes".
Durante su homilía, el obispo Pedro Mena, expresó que "siempre recordará encontrarse con el padre Alejandro cuando se llevaban aquí las fiestas por la patrona, la Virgen de la Medalla Milagrosa; ponemos ahora en manos de la Santísima Virgen el alma de nuestro hermano Alejandro.
Vienen ahora sentimientos encontrados cada vez que celebramos la Eucaristía cuando un hermano nos ha dejado, el recuerdo alegre que nos va dejando, sentimientos que nos acompañan en estos momentos.
Las palabras del Señor nos van iluminando, pedir por el padre Alejandro; guiandonos por la lectura de los romanos, que retrata la ocasión de un pastor, el porqué existen pastores en la iglesia, haciendo una relectura y cambiando los nombres reconociendo la obra y trabajo del padre Alejandro.
El fue elegido por el Señor y creciendo en la conciencia para anunciar todo lo referente a Jesucristo, llevando la palabra de Dios para llevar el mensaje de la fe, haciendo que crezca y nazca el conocimiento de Cristo, que el pueblo se fortalezca con estas ideas del Apostolado de nuestro Señor.
El padre fue trabajando en eso, trabajando en esta comunidad, ese es el trabajo de su ministerio, y hay que tener en cuenta que Dios nos ama; aceptando a Jesucristo para que el pueblo se sienta amado por Dios; seguir el ejemplo de Cristo como pastor, aun en situaciones dificiles.
En sus casi 40 años, el padre enfrentó diversas situaciones, incluso adversas, pero hay que tenemos que tener esa confianza, ese amor a Dios, para poder salir adelante; pensamos en sus características que tenemos muy presentes en él, una de ellas era su amabilidad, con un simple saludo:¿cómo estas?, una preocupación muy cercana de nuestro amigo, su sorisa espontanea, para cambiar momentos dificiles, el darles una nueva forma, una nueva esperanza, concluyó.
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