Una sensación térmica de 36 grados centígrados motivó a visitar la playa a decenas de paseantes en este primer domingo del mes de octubre.
Unas cinco mil personas se aproximaron a disfrutar de un buen clima caluroso que motivó a que botanas y cervezas fueran lo más consumidos en este pasadía.
Meseros de los diferentes restaurantes ubicados en el malecón interceptaban a los viajeros que dejaban sus automóviles y camionetas en el estacionamiento del Bazar de las Artesanías.
"Le damos por 350 pesos una mesa con palapas por hora y media ya se le incluye la comida que es a base de mariscos", se le escuchó decir a un mesero de un restaurante sobre la calle 78 x 21.
En el mar, para no derretirse por los efectos del bochorno y calor, se remojaron grandes y chicos, niños y abuelitos, algunos de los cuales tuvieron acceso al ir en silla de ruedas a la zona incluyente que se ubica sobre la calle 66 x 19.
Los restaurantes se mostraron a tope en donde los platillos principales fueron pescado en varias presentaciones, mariscos, flautas, chilaquiles, fajitas y puntas de res.
También se formaron largas colas en los expendios de cerveza y tiendas de autoservicio, en donde por cierto no se guardó la sana distancia.
Venteros ambulantes de avioncitos, juguetes inflables, lentes de sol y sombreros, reportaron buenas ganancias.
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