martes, 31 de julio de 2012

SE TRIPLICA EL AMBULANTAJE

Como doña Elizabeth del Carmen Peniche existe en el puerto un número no determinado de vendedores ambulantes que aunque cuentan con los permisos correspondientes no los dejan laborar con libertad.


Esta comerciante hizo un fuerte reclamo a las autoridades porque durante la administración actual se ha incrementado de manera significativa el ambulantaje, otorgando permisos a diestra y siniestra y dando una imagen negativa ante el turismo nacional e internacional.
La denunciante señala que muchos confiaron en el “cambio” que proponían para la ciudadanía porteña , cambio que se reflejaría en materia de obra pública para el municipio y también en el ambulantaje que debió haber sido regulado por la Dirección de Recaudación Fiscal, buscando alternativas para soslayar la problemática económica de todos estos grupos que buscan el sustento familiar.
Subraya que “ahora vemos con acentuada preocupación la proliferación de tantos vendedores asentados en todas las arterias importantes del centro histórico, así como las plazas públicas y malecón de Progreso, espacios abiertos para la admiración de propios y extraños”.
“Con estas acciones no atendidas responsablemente por el Ayuntamiento, estamos en la destrucción total de todo el contexto que envuelve a la ciudad y con el peligro de perder de inmediato la categoría de puerto internacional, que contra viento y marea se ha sostenido varios periodos”.
“Esperamos que por los menos en estos días que le faltan para concluir la administración, realice acciones que beneficien a la ciudad y a los turistas que nos honran con su visita”, manifiesta la señora comerciante quien dijo que ella posee permiso de su marido para vender aún así la sacan como perro de la playa.
Dando las cuatro de la tarde, cuando se han marchado los inspectores, llegan un ejército de vendedores ambulantes, mismos que son avisados por los que ya están aquí, de manera que en estas vacaciones, el número se multiplica, sin que la autoridad le ponga remedio.

Afirmó que el problema del ambulantaje en época de vacaciones, se incrementa debido a diversos factores, pero a pesar de ello, “no se han tomado acciones al respecto”.

Aseguró que el problema del ambulantaje es añejo, y no se están tomando en cuenta dos puntos fundamentales: "el primero es que en épocas de vacaciones siempre hay nuevos ambulantes; en el segundo, hay algunas organizaciones y grupos que han abusado de la disposición municipal y que han metido más ambulantes".

Dijo que lo que ha hecho el Ayuntamiento es retirarlos y en su momento incautarlos. Pero aún así el problema persiste y temen que entrando el nuevo gobierno la situación empeore pues ya dijeron que dejarán libre acceso a cualquier ventero con tal de sacar ganancias.
"Se ha detectado como nuevo ambulantaje a personas que venden papas, piñas, sandías y que están ubicados en las calles del centro. Al respecto se ha actuado aplicando la ley, pero ha habido ciudadanos que defienden a este tipo de competencia desleal, que también le hemos incautado la mercancía", sostuvieron a su vez los funcionarios municipales.

Piden el apoyo ciudadano para el combate del ambulantaje que se coloca en calles del centro y los andadores, ya que a pesar de que han pedido se retiren, hay vecinos quienes muchas veces se han opuesto.

"Esto se hace porque no podemos tener más ambulantes, queremos que se retiren pero que la ciudadanía nos apoye".

Mucho de lo anterior antes señalado por los funcionarios municipales ha sido mentira, pues el ambulantaje no sólo se incrementa en época de vacaciones, este fenómeno ha ido creciendo año con año y no hay autoridad que los contenga, menos que los controle, pues es un secreto a voces que tanto líderes de otros lugares como Tixkokob y autoridades se corrompen para que siga teniendo un crecimiento exponencial.

También es cierto que algunos empleados de la Dirección buscan retirar a los ambulantes del centro, pero cuando lo intentan, sucede que los vendedores les dan “una mordida” (soborno) para permitirles que sigan vendiendo, de otra forma no se explica por qué sigue sin control.

Y al final de cuentas, el ambulantaje, al cual muchas familias recurren por la crisis económica, también es un negocio electoral, pues los gobiernos municipales y estatales les permiten seguir vendiendo en determinados lugares, siempre y cuando voten por los candidatos que al poder político le convenga.

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