Por las mañanas se ve desde muy temprano a madres y padres de familias ir con sus hijos rumbo a diversos destinos ya sea al ir de compras o regresando de visitar a la familia, donde la imagen del pequeño muy bien abrigado fue una constante sobre todo para evitar el contraer diversas enfermedades respiratorias.
También en los centros de salud con la llegada de los cambios climáticos se vio una cantidad importante de personas que llegaron para consultar ante los resfriados y catarros que ya padecen algunos.
En las calles se vio a muy poca gente andar, aduciendo que ante la llegada de los tiempos gélidos muchos prefieran permanecer en sus casas, bien abrigados y resguardados de los famosos chiflones de aire fresco que pueden producir serias enfermedades.
Cuando toca al puerto un norte o frente frío, tanto en restaurantes, hoteles, bares o comercios de todo tipo en el primer cuadro de la ciudad se ve poca afluencia de personas y clientes ante la fuerte ventisca producida por el iracundo tiempo. Cuando el viento es muy crudo las calles se ven muy desamparadas ante la falta de transeúntes y automóviles que pasaran como si se estuviera reviviendo un día posterior a la Navidad o al Fin de Año.
Autoridades en materia de salud empezaron a dar entre sus pacientes ciertas recomendaciones para prevenir enfermedades antes la llegada de las bajas temperaturas. Pidieron extremar sus precauciones y abrigarse muy bien antes de salir a las calles.
Lo anterior fue por el hecho de que muchas personas no están acostumbradas a los climas fríos porque lo normal es que el clima sea cálido y más benigno en el sur de nuestro país que en otras partes de la nación.
No debemos olvidar que en estos tiempos llegan de manera constante los frentes fríos y los “nortes” a Yucatán y por consiguiente se generan problemas de salud en la población, sobretodo en las personas que salen a trabajar desde muy temprano a eso de las cinco o seis de la mañana.
Médicos de este puerto recomiendan a las familias porteñas que tomen en cuenta los cambios climáticos, a fin de que se protejan y abriguen bien a los niños y personas de la tercera edad; los primeros por no tener muy bien desarrollado su sistema inmunológico y los segundos porque ya han perdido defensas.
De igual manera, aconsejan que tengan a la mano suéteres y chamarras ligeras para enfrentar las temperaturas gélidas al salir por la mañana o por la noche.
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