miércoles, 22 de febrero de 2012

CARNAVAL PORTEÑO GUSTO A MUCHOS

(DIARIO DE YUCATAN).- Alegría desbordada sobre un mar de gente que respondió a todo momento, así fue el cierre del Carnaval de este puerto, el cual sentó un nuevo precedente en asistencia y organización, además de superar al de algunas ciudades capitales del país.
"Voila! Un Carnaval de Dos Mundos con Sabor a Chocolate" será recordado como la fiesta carnavalesca con más carros alegóricos. En total carros alegóricos de diversos tamaños recorrieron las céntricas calles del puerto y el malecón el fin de semana y ayer.

La asistencia también es de destacarse. Cerca de 20,000 visitantes se divirtieron y bailaron en los tres recorridos que los carros alegóricos hicieron ayer sobre el malecón.



-El Carnaval de este año sobrepasó fácilmente al de La Paz del año pasado -dice el comerciante Lizandro Alonso, progreseño que desde hace 24 años vive en esa ciudad, capital de Baja California Sur.

-El último Carnaval al que vine fue hace cuatro años; desde entonces ha crecido una enormidad, mientras más grande sea el Carnaval atraerá a más gente y entrara más dinero. Ya me dieron ganas de regresar para acá -agrega Alonso, que se instaló con su familia a un costado de la gradas del Parque de la Paz para disfrutar del paseo.

Los progreseños ven con alegría que su Carnaval se convierta poco a poco en uno de los más importantes de Yucatán.

-Cada año crece y atrae a más gente, mientras más carros alegóricos tenga más alegre es -indica René Legal, quien se instaló sobre el muro del malecón con su familia.

Algunos meridanos se dicen sorprendidos de lo alegre y enorme que resultó el Carnaval porteño y, a la vez, tranquilo, en comparación con el de Mérida.

-Creo que a partir de éste vendremos cada año, aquí sí se puede andar sin ningún problema -afirma Jaime Cabral, vecino de Miraflores.

-Es la primera vez que venimos al Carnaval del puerto. Lo veo muy animado, no me esperé que fuera tan grande -admite Karina Vázquez.

Según visitantes y lugareños, el lado negativo de las carnestolendas es el alcoholímetro. "Ya nadie se puede tomar dos cervezas porque tiene aliento alcohólico y ya es una multa, eso ahuyenta a la gente", dice Hernán Tun, vecino de este puerto.

-Tengo clientes que antes venían y gastaban una buena cantidad en cerveza, pero ahora ya no consumen tanto -revela Norvink Ocaña, gerente de del restaurante "Los Arcos".

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