lunes, 1 de agosto de 2011

PIDEN EXTREMAR CUIDADOS EN VACACIONES

Las piscinas, balnearios, estanques y playas pueden ser excelentes oportunidades para el disfrute veraniego, aparte de ofrecer un fresco alivio del calor. Pero el agua también puede ser peligrosa para los niños si no se adoptan las precauciones adecuadas. Casi 1.000 niños pierden la vida cada año por ahogamiento. Y la mayoría de ahogamientos tienen lugar en piscinas domésticas.

La buena noticia es que hay muchas maneras para garantizar la seguridad de su hijo cuando esté en el agua bajo su supervisión y asegurarse de que, cuando crezca, adopte las precauciones necesarias para cuando usted no esté presente.

Los niños necesitan una constante supervisión cuando están en o cerca del agua -independientemente de que el agua esté en una bañera, una piscinita infantil, un estanque de peces ornamentales, una gran piscina, un balneario, la playa o un lago.
Los niños pequeños son especialmente vulnerables -se pueden ahogar en menos de 6 cm. de agua. Esto significa que se puede producir un ahogamiento cuando uno menos se lo espera -en el fregadero, el lavabo, la taza del inodoro, una fuente, un cubo lleno de agua, una piscina inflable o cualquier pequeño contenedor o receptáculo de agua que haya en el entorno doméstico, como una acequia llena de agua de lluvia. Observe atentamente a su hijo cuando esté dentro o cerca del agua.

Es una buena idea que, si usted no sabe nadar, aprenda a hacerlo, y que si su hijo tiene más de 4 años, aprenda también (infórmese en los clubes de natación de su localidad sobre cursos de natación impartidos por instructores calificados). De todos modos, no asuma que, solo porque su hijo sabe nadar, no corre ningún riesgo de ahogamiento. Es importante que usted supervise a su hijo mientras está en el agua, independientemente de destreza en su nivel de natación.

Invierta en un dispositivo de flotación (chalecos salvavidas) que sea de la talla de su hijo y que esté aprobado por la Guardia Costera de EE.UU. o por las autoridades de navegación de su país, y utilícelo siempre que el niño esté cerca del agua. Lea las recomendaciones sobre peso y estatura de la etiqueta y pídale a su hijo que se lo pruebe para ver si le ajusta bien. Para niños menores de cinco años, elija un chaleco provisto de correa entre las piernas y soporte para la cabeza -el cuello rígido le mantendrá la cabeza erguida y la cara fuera del agua. Los chalecos inflables y los flotadores para los brazos, o manguitos, no son una protección eficaz contra los ahogamientos.

La seguridad relacionada con el agua empieza en casa.
El cuarto de baño está lleno de peligros potenciales para un niño pequeño. No deje nunca a un niño pequeño solo en el cuarto de baño, sobre todo dentro de la bañera -aunque el niño parezca estar bien erguido y sujeto en una bañerita para bebés. Guarde en un armario el secador de pelo o cualquier otro aparato eléctrico para evitar riesgos de electrocución.

El agua caliente también puede ser peligrosa, sobre todo para niños menores de 5 años. Los niños pequeños tienen la piel más fina que los niños mayores y los adultos, lo que determina que se quemen más fácilmente. Solo 3 segundos de exposición a un chorro de agua caliente (a 60º C) puede provocarles quemaduras de tercer grado.

Usted puede reducir el riesgo de quemaduras regulando el termostato de la caldera o termo de su casa a menos de 49º C y probando siempre la temperatura del agua con la muñeca o el codo antes de meter a su hijo en la bañera.

Fuera de su casa, su perspicacia puede desempeñar un papel fundamental en la prevención de accidentes relacionados con el agua. Averigüe en qué lugares de su vecindario se encuentran los riesgos relacionados con el agua. ¿Qué vecinos tienen piscina o jacuzzi al aire libre? ¿Dónde están las acequias, estanques o riachuelos que podrían atraer a los niños? Informe a los vecinos que tengan piscina de que tiene un hijo de corta edad y pídales que mantengan las verjas o puertas de acceso a la piscina cerradas con llave.

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