MOTO ACUATICA LESIONA A TURISTA

La falta de vigilancia constante por parte de las autoridades de la Capitanía del puerto, que no sancionan como marca la ley a los permisionarios de servicios acuáticos y permiten que las motos acuáticas naveguen a menos de 200 metros de la orilla del mar, provocó que una de estas naves acuáticas, a alta velocidad, golpeara la cabeza de un niño turista que bajó de un crucero, hecho que provocó alarma y pudo ocasionar un problema de carácter internacional.

Como ya se ha mencionado, el área de servicios náuticos, ubicada al inicio del malecón, se ha vuelto un caos, ya que todos quieren llevarse la mejor tajada durante la jornada de cruceros. Las motos acuáticas circulan a alta velocidad y sin respetar los límites de circulación; y las personas que rentan estos servicios las alquilan a menores de edad. En esta ocasión, alrededor de las 12:10 horas, el conductor de una moto acuática de color amarillo no tomó precauciones y golpeó la cabeza del menor Van Ferry, de 9 años y originario de Tennessee, EUA, pasajero de uno de los dos cruceros que llegaron esta jornada. El menor, de origen afro americano, nadaba con su padre cuando el conductor de la moto acuática, que huyó del lugar de los hechos, lo golpeó en la cabeza causando alarma entre los bañistas. El niño fue sacado del mar por su padre. Los paramédicos Glendy Paredes y de Aguilar, de la ambulancia 020 de la Cruz Roja, lo atendieron y diagnosticaron el golpe en la cabeza como una simple excoriación sin mayores consecuencias. El comandante William Cervantes Romero, de la Policía Turística, ayudó a traducir. En ese preciso momento llegaron dos oficiales de Capitanía, después de varias jornadas ausentes del puerto, y comentaron que vinieron a averiguar quién es el dueño de la embarcación responsable del incidente para aplicarle una sanción. El oficial de Capitanía, de apellido Rebolledo, dijo que todos los permisionarios saben que las motos acuáticas no deben circular a menos de 200 metros de la playa, pero que a veces llegan motos particulares de otros lados, del lado de los condominios Pluma y Lápiz. Esto le compete más a los permisionarios, ya que son los responsables de las naves y para evitar riesgos de accidentes, para que no entren las aseguradoras. “Aunque somos muy pocos oficiales trataremos de redoblar la vigilancia”, afirmaron. En la pasada época vacacional los lancheros trabajaron fuera del área de seguridad, asignada a servicios acuáticos. Urge que Capitanía se ponga las pilas y evite este tipo de accidentes. Éste, por fortuna, fue leve, pero nos preguntamos qué habría pasado si las consecuencias hubieran sido otras.