Hasta este domingo el SMAPAP no había dado a conocer su postura sobre el presunto robo de agua potable en que están involucradas tres personas de la comisaría de Chicxulub puerto.
Clásicamente en burocracia, la directiva del SMAPAP seguramente esperará hasta el lunes para dar a conocer los resultados.
POR ESTO!, con el compromiso de mantener informados a sus lectores, recabó datos de fuentes policíacas, que revelaron que el automóvil era manejados por Guadalupe Acevedo Tzab, quien tendría una multa mínima de entre 75 y 100 mil pesos por los daños cometidos a bienes de la Comuna, y daños y lesiones a funcionario público al arrollar a un policía en cumplimiento de sus funciones.
En cuanto a la multa de Luis Gregorio Acevedo Tzab, popular músico del puerto conocido como “Parchís”, y Wilde Oswaldo Pech Maya, quienes estaban junto con el conductor del vehículo, su multa podría ser menor, por lo que se habla mínimo de 50 mil pesos de cada uno.
Las averiguaciones hacen referencia que tienen dos años realizando la comercialización clandestina de agua potable.
Según las primeras negociaciones, la multa inicio con 130 mil pesos, pero se buscaba que bajara a cuando menos unos 78 mil, argumentando los representes de los detenidos que no cuentan con solvencia económica.
Como publicó el POR ESTO! oportunamente, los tres sujetos fueron detenidos alrededor de las 13:00 horas en calle 25 x 44 y 46, por queja del SMAPAP por robo de agua potable en toma clandestina y ocasionar lesiones al elemento de la policía municipal Efraín Ramírez Chan.
El arresto lo efectuaron los tripulantes de la unidad 7031, agentes Rodrigo Euán Larrache, Julio Mián Jiménez y Humberto Pisté Gil.
En cuanto al predio, permanece asegurado, custodiado por elementos de la PMP que se encargan de la vigilancia de la zona donde funciona el sistema clandestino.
Los detenidos son el conocido músico de Chicxulub puerto “Luis Gregorio Acevedo Tzab de 42 años (a) “Parchís” con domicilio en la calle 106 # 143 x 29 y 31 de la colonia Canul Reyes; Guadalupe Acevedo Tzab, de 34 años con domicilio en la calle 25 x 44 y 46 de Chicxulub puerto; y Wilde Oswaldo Pech Amaya de 34 años con domicilio en la calle 6 x 23 s/n de Chicxulub puerto, quienes tenían habilitada una cisterna en una casa en construcción, ubicada en la calle 27 x 44 y 46 de la colonia Luis Donaldo Colosio, al parecer con la finalidad de acumular agua potable para posteriormente abastecer pipas y comercializarlas clandestinamente en la zona costera, afectando con estas acciones a los vecinos de esta área, quienes constantemente se quedaban sin el suministro de agua potable.
La toma carece de medidor porque es prácticamente una toma libre para sustraer el líquido vital.
Los tres permanecen detenidos en espera que el SMAPAP realice las gestiones correspondientes.
Debido a numerosas quejas anónimas recibidas en el Sistema Municipal de Agua Potable, la PMP pudo averiguar que en este lugar diariamente se veía movimiento de pipas (mínimo 8 vehículos) a todas horas, inclusive en la madrugada, afectando también la tranquilidad del lugar con el ruido de las bombas de agua de estos vehículos y de sus motores al transitar por esa área.
En este predio, de una toma de agua casera llenaban una cisterna. Los elementos del SMAPAP trabajan para determinar de la capacidad de la cisterna, la cual está oculta bajo el piso cubierto de cemento con una profundidad de más de 2 metros.
Los elementos de la PMP aseguraron el lugar de los hechos, mientras llegaban el director del SMAPAP, Irving Castillo Avila; y el titular del Departamento Jurídico del mismo, José Isauro Canché Balam.
El operativo estuvo a cargo del subdirector de Seguridad Pública, Juan Carlos Morales Silva.
Los elementos de la PMP arrestaron a los tres sujetos y trasladaron la camioneta Ford F 450, color azul, habilitada como pipa, con placas de circulación YP-38-006, al edificio de la corporación policíaca para los fines legales correspondientes.
La pipa de agua potable en la zona veraniega se comercializa entre 800 y 1,200 pesos, lo cual representa un jugoso negocio para los que se dedican a esta actividad.
Ante tal situación, el director del SMAPAP decidió implementar un sistema de control de las pipas que se abastecen de agua en la dependencia colocándole sellos de salud, para evitar que el agua que se venda no tenga las medidas higiénicas correspondientes y evitar que se den casos como éstos, de venta de agua clandestina.
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