Este lunes se dio por terminado el segundo “súper puente” del año se llevó a cabo ayer en las playas del puerto con una buena cantidad de afluencia de vacacionistas y paseantes que aprovecharon las condiciones adecuadas dadas por una temperatura mayor a los veintiocho grados centígrados a la sombra haciendo que el sol brillara durante toda la mañana y parte de la tarde.
Como en días pasados, este lunes la naturaleza reunió las condiciones idóneas para que fuera excelente convirtiéndose en el lugar ideal para la mayoría de visitantes que arribaron al puerto aprovechando el inicio del “puentazo” que inició hoy sábado y terminará hasta le martes debido a las celebraciones por el carnaval porteño.
Muchos fueron los visitantes, cerca de 10 mil paseantes, que aprovecharon su estadía para sacar jugo al asunto y llenarse de buenas vibras “pescando” los rayos del sol, el mar en calma, la blancura de la arena y para completar el cuado llevaron viandas de todos sabores y colores, desde frituras, sándwiches, tacos, tortas y pescado frito cortado en postas.
El astro rey brilló en su toda su majestuosidad a pesar de que por momentos hacía un viento raro que hizo pensar a muchos que está cerca un nuevo “norte”. Los visitantes poco a poco se fueron acomodando en los lugares que más les resultaban agradables, además de pasear por el sitio más elegante del lugar que es el malecón, siendo siempre la atracción principal de los turistas.
Durante el recorrido por la playa se pudo observar a los paseantes disfrutando de su estadía en contacto pleno con la naturaleza, disfrutando de juegos en el mar, en la arena y donde podían. Llamó mucho la atención la arribazón de personas de todas las edades, desde niños, jóvenes, adultos y adultos mayores procedentes de lugares como Mérida y sus alrededores, Estado de México y Puebla.
De esta manera, las playas recibieron a varias decenas de visitantes que disfrutaron de sus viandas y “comelonas” a orillas del mar, ya sea degustando el tradicional pescado frito, botanas, tortas y quienes cargaron hasta con las “chelas” para observar con sumo detenimiento a las modelos sudamericanas que se instalaron al inicio de la playa.
La zona restaurantera presentó el lleno que se acostumbra en días de fin de semana, observando a familias de este puerto, del interior del estado y del país, así como de extranjeros, además de la presencia de funcionarios, empresarios y políticos locales que se reunieron para departir en compañía.
Los comerciantes de artesanías informaron que vendieron algo de mercancía entre sombreros, collares, batas y pulseras.
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