El departamento Jurídico y Recaudación Fiscal entregaron una notificación de reubicación, a la dueña del puesto de artesanías ubicado en el malecón, Raquel Peraza Bacelis, debido, según las autoridades, no lo trabaja todo el año, como se contempla en los estatutos que se firmaron al principio, y sucedió, ante la negativa de firmar y la queja de los afectados.
A las 15 horas, fue notificada la comerciante semifija Raquel Peraza Bacelis, por parte del Lic Ariel Manzano, del departamento jurídico, sobre la reubicación de su puesto en el malecón, pero no se lo van a quitar, es como una especie de penalización a estos comerciantes que sólo venden durante la Semana Santa, como ahora, y en julio y agosto; y el resto del año permanece cerrado.
Han contravenido el reglamento establecido desde el momento en que fueron retirados del malecón, de que tienen que trabajar los 365 días del año, haya arribo de crucero o no, esto es para dar vida a la zona, ya que fueron pasados a calles transversales, a la 76 entre 19 y 21.
Ante la presencia de la dueña, de su esposo que no quiso dar su nombre y de las cuñadas que gritaban más fuerte, fue levantada el acta de reubicación como primer aviso, el cual no lo quisieron aceptar ni firmar, por lo que serán pasados a calles más lejanas, como una especie de sanción, y sera también para los demás puestos que no laboren, lo que significa que no les hace falta, que no viven de esta actividad, y serán acercados los comerciantes que si trabajan todo el año, como premio a su esfuerzo.
El Lic Ariel Manzano comentó que los que no asisten a sus puestos fue verificado por Recaudación fiscal, a cargo de la directora Elsy Ruz Campos, y próximamente se les explicará dónde serán reubicados.
La Sra. Raquel Peraza comentó que “esto es una injusticia”, ya que desde hace 8 años vende en el malecón y que hoy, para su sorpresa, ya habían instalado en su lugar a una viejita, a la cual sacaron, incluso sus cuñadas han solicitado puestos y se los han negado
“Para evitar todo este problema, con mi esposo pagamos todo el año un derecho de piso, de 1,500 pesos, el cual subió mucho, y de esta manera separamos nuestro lugar.
“Nosotros sí pagamos, existen otros que no están al día, yo no puedo estar todos los días, ya que soy ama de casa y tengo que atender otro puesto que esta en el Bazar de Artesanías, otro cerca de restaurante Flamingos, y éste, en disputa, lo atiende mi cuñada, a la que pago como empleada.
“Cumplo todas las disposiciones, por parte de las autoridades, incluso no me habían notificado de esta reubicación, ya que si aquí casi no vendo nada, si me mandan más lejos, será mi acabóse. Pediré hablar con la síndico Concepción Almeida Estrada, para tratar de solucionar este problema”, dijo la afectada.
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