CLAUSURAN CENTRICO ANTRO

Este sábado por la tarde, personal del sector salud del Estado, perteneciente a Servicios Sanitarios de Salud y Protección contra Riesgos Sanitarios, suspendió temporalmente el bar “El Pulpo”, de la cadena “Lastra”, ubicado en la calle 78 entre 27 y 29, centro.
Fuentes policiales informaron que alrededor de las 14:00 horas, cuando el antro de vicio estaba completamente lleno llegaron inspectores del sector salud apoyados por elementos de la SSP y de la Policía Municipal de Progreso bajo el mando del verificador Carlos Martínez Rivero, y con base al acta PBA241/2012 procedió a la suspensión temporal de operación del bar “El Pulpo”.
La medida tomó por sorpresa al encargado del antro, el que, como se ha mencionado, goza de la protección de la directora de Recaudación Fiscal y Espectáculos Elsa Marcela del Rosario Ruz Campos, y su inspectora de apellidos Puga Villanueva, con quien maneja hoy los giros negros.
Con unidades de la PMP cerraron la calle mientras se llevaba a cabo el operativo.
De esta manera trabaja Servicios Coordinados de Salud, donde tienen plaza los médicos Joaquín Jesús Cruz Muñoz, alcalde interino, y el regidor Alberto Euán Kantún, quienes permiten en irregularidades en los giros negros del puerto.
La clausura de estos giros de la cadena “Lastra” son intocables, como sucedió con el Mayalú, viniendo la orden de la ciudad de Mérida y la cumple Servicios Coordinados con apoyo de la SSP que se coordinan minutos antes con la Policía Municipal antes de llevar a cabo los operativos donde no gozan de impunidad.
Esta medida representó un duro golpe al antro de vicio “El Pulpo” debido a que este sábado se liberó el recurso financiero para los pescadores que desde luego llenaron las cantinas con el dinero de sus anticipos, truncando los ingresos del concesionario del bar.
Desde luego hubo inconformidad debido a que el antro de vicio “El Gallito” opera en pleno centro de la ciudad con meseras y se presume que sus documentos de nacionalidad son dudosos, así como el escándalo que ocasionan por los altos decibeles de la música viva que no está controlado debido a la cercanía del propietario con el Ayuntamiento de Progreso.