Son hechos que, aseguran, son resultado de negocios que por un bajo costo promueven el consumo desmedido de bebidas alcohólicas u otros estupefacientes a quienes descienden de los barcos.
La inconformidad fue recibida por funcionarios de turismo en donde empresarios indicaron de que no es atractivo hacer mala fama al decir que no compren las artesanías que se comercializan en la localidad, pues son exactamente las mismas de los otros lados.
Esos señalamientos son muy comunes en aquí, llama mucho la atención porque es de las pocas veces que he escuchado ese tipo de sugerencias relacionadas al puerto, puntualizaron.
Asimismo, destacan que la magnitud del problema es la misma en los otros puertos, pues los pasajeros regresan a las embarcaciones con malestares relacionados con el abuso del alcohol: mareo, vómito y/o conductas agresivas.
Gerente de restaurantes locales indican que los empresarios les señalaron que los puertos mexicanos se confiaron, pues les falta competitividad y actividades que realmente impulsen los atractivos regionales.
Manifiestan que entre los proyectos para mejorar dichas situaciones, destacan los de promover espectáculos musicales, artísticos y culturales, porque prácticamente los turistas bajan del barco para subirse a un camión e irse a otras partes del estado.
“La situación es muy parecida en otros puertos; nos dijeron que antes los recibíamos con jarana y como que se confiaron ahora llegan del barco, atracan, entonces les dicen: súbete al camión”, reiteró.
Aseguran que no es la primera vez que los dueños de navieras denuncian este tipo de situaciones, pero el cambio sólo se logrará a través del consenso y la capacitación.
Se debe trabajar en incentivos a los promotores que viajan al interior de los barcos, pues si ellos no conocen la ciudad y sus atractivos no podrán recomendar a los viajeros a que bajen de los barcos.
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