En un día muy nublado que terminó con un torrencial aguacero a las 11 de la mañana llegó el crucero Triumph con 3,560 pasajeros y 1,091 tripulantes de los cuales permanecieron en el puerto cerca de 500 personas, entre familias completas, parejas de recién casados y grupos de amigos departiendo alegremente mientras de su estadía en este puerto.
Gran cantidad de visitantes fueron llevados directamente a las zonas arqueológicas ubicadas en nuestro estado sea el caso de Chichén Itzá, Izamal, Uxmal, Telchac, entre otros.
Los que sí optaron por quedarse en el puerto disfrutaron de su sol, que aunque no quemaba como lumbre, por la espesura de las nubes que amenazaron con descargar lluvia, sí hizo que muchas chicas y sus galanes sacaran del armario sus atrevidos trajes de baño que dejaron a más de uno con el ojo cuadrado.
Sobre los cambios y modificaciones que implementaron las autoridades, se encuentran las tres tarimas con la participación de grupos musicales en el malecón y en el interior de la Casa de la Cultura. El ambiente fue realmente otro a decir de los visitantes y prestadores de servicio acostumbrados a lo cotidiano. Ahora el edificio cultural, lució más espacioso, en donde los turistas descansaron en las bancas puestas a la entrada del recinto y la reubicación de locales de artesanías mostró otra fisonomía en beneficio de los comerciantes.
Como ocurre con la llegada de los navíos turísticos, los visitantes también les dio por ir a restaurantes, bares y negocios varios en donde se comercian desde playeras, hamacas, gorras y artículos de electrónica.
Otros optaron por hacerse tatuajes o que les dieran un masaje relajante en la playa. También hicieron acto de aparición los que comercian mangos, elotes, nances, avioncitos, playeras, puros o pedrería.
A su vez, los prestadores de servicios acuáticos como el caso de bananas y motos señalaron que este día no les fue muy bien que digamos pues sólo unos cuantos visitantes se animaron a probar algunos de estos servicios.
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