PIDEN CUIDAR "FILON DE ORO"...EL TURISMO

Pese a las crisis económicas y a las pandemias, el turismo sigue siendo una palabra cada vez más usada y disfrutada por los porteños.

Habitualmente denominado "la industria sin chimeneas", por su contribución a la generación de divisas, al crecimiento económico, a la creación de nuevos puestos de trabajo y a su bajo impacto ambiental, el turismo además contribuye a la redistribución del ingreso para corregir desequilibrios regionales. Como en todas partes, el turismo en el puerto comenzó a sufrir el impacto de la crisis internacional con menos turistas y que gastan menos, pero aún así continúa siendo una actividad económica muy importante por su aporte al PBI. "El turismo no sólo genera crecimiento, empleo y efectos multiplicadores en las actividades directamente vinculadas al mismo (hoteles y restaurantes, agencias de viajes), sino también en una gran cantidad de otras actividades indirectamente relacionadas (transporte, comercio, industria, entre otras)", sostiene Antonio Artola Jiménez, comerciante del malecón. Nuestro país presenta potencialidades importantes para el desarrollo de la industria turística, por caso bellezas naturales, productos regionales, variedad de climas, grandes ciudades, aspectos culturales, etc. Con el paso de las décadas nuevas modalidades, como el ecoturismo o el turismo rural, para citar sólo algunas, fueron sumándose a otras más tradicionales. En los últimos años se les agregaron el turismo de aventura, el gastronómico, etc. "El turismo es una industria sin chimeneas, bien manejada, puede alejarnos de una vez por todas de sufrir bajas económicas", advierte. Para ello debemos capacitarnos, sincerar nuestras debilidades y fortalezas como receptor turístico, manejar las oportunidades y las amenazas y coordinar efectivamente nuestras acciones con la sociedad. De nada vale una acción aislada cuando el éxito no sólo depende de una organización pública o una empresa privada. No olvidemos que lo vital en el turismo es el atractivo que moviliza al turista a salir de su lugar habitual de residencia. Si lo destruimos o no lo manejamos correctamente, simplemente, no regresará, concluyó.