sábado, 24 de septiembre de 2011
SAQUEAN ZONA "ARQUEOLOGICA"
(POR ESTO).- La nula vigilancia de las autoridades de Chicxulub Puerto sobre la zona conocida como “Las Trincheras” peligra debido a los vestigios arqueológicos de este lugar.
Delfín Quezada Domínguez, quien tiene un doctorado en antropología e historia lamenta que las autoridades no le estén dando el valor arqueológico a esta zona de “Las Trincheras”, y que afortunadamente nos pertenecen como progreseños.
El historiador Jorge Victoria Ojeda, uno de los más prestigiosos investigadores de la sociedad del período colonial en Yucatán, pues sus investigaciones han traspasado las fronteras nacionales, así como sus libros de gran valor histórico, hace referencia a este valor de las llamadas trincheras.
Su preocupación por este patrimonio cultural debe de comprometernos a buscar una solución al problema, pues gran parte de su valor lo ha venido destruyendo gente sin conocer su historicidad.
Es importante que las autoridades locales apoyen a este personaje Jorge Victoria Ojeda en su preocupación, y si las autoridades municipales lo aceptan, con mucho gusto podría participar como mediador o coordinador del rescate de esa arquitectura colonial, desconocida por nosotros mismos.
Tristemente las llamadas “Trincheras”, zona donde se empleó material pétreo ahora forma parte del comercio de piedras por comerciantes de este material que se emplea para cimientos.
Debido a falta de vigilancia e ignorancia hay personas que están en la zona del monte utilizando este material que contiene muchos años de historia que dañan sacando las piedras, que justamente sirvieron de trincheras a las personas que buscaron su protección ante los ataques de la zona ubicada en la carretera Chicxulub Puerto-Chicxulub Pueblo.
Urge la aplicación del proyecto para preservar y promover la importancia de estos vestigios coloniales de los llamados baluartes que tiene huella de destrucción y saqueo de sus piedras.
Por la antigüedad de estas trincheras de "piedra suelta", pudieron haberse construido entre 1663 y 1717, como parte de una red de sitios que sirvieron para proteger la ciudad capital de Mérida, Yucatán, de los ataques piratas similares a los que se encuentran en las costas de Campeche.
Estos vestigios fueron construidos en tres diferentes tipos de construcción que distan unos cinco kilómetros de la costa de Chicxulub Puerto, constando de tres elementos defensivos o murallas, distribuidos de norte a sur, separados 80 metros, y que hoy son saqueados por gente que no se duda desconozca el daño que causan
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