RELLENO SANITARIO, GRAVE PELIGRO AMBIENTAL

En el relleno sanitario se utiliza un manejo inadecuado de la basura, pues los dos tubos por donde deben pasar los lixiviados están “taponeados” de desperdicios esparciéndose por el lugar y yendo directamente al manto freático, comentaron autoridades municipales.

Dijeron que el lugar cuenta con dos tubos por donde deben pasar los lixiviados, jugos descompuestos de los desperdicios, pero en lugar de ir a una zona parecida a una alberca, cuya finalidad es absorber esos líquidos, aquellos se quedan en la zona de los tubos atestándolos de basura, lo que causa un gran daño ambiental.
Arturo Quezada, director municipal de ecología, dijo que a ello se suma el problema de los recolectores que aún poseen la concesión del relleno sanitario.
Tiran los desperdicios en cualquier parte, no es el destino final y ello crea un ambiente poco saludable e donde abundan aves de carroña y perros.
Asimismo, los recolectores continúan infectando también el medio ambiente pues continúan quemando la basura para que “quepa” en la zona, a sabiendas de que ésta ya no da para más.
Por otra parte, la demanda interpuesta por el daño ambiental del actual relleno sanitario podría alcanzar a presidentes municipales, directores y funcionarios municipales de las tres últimas administraciones, así como al Sindicato Único de Recolectores de Basura de Progreso.
Tras la demanda interpuesta en 2013 ante las irregularidades presentadas en el relleno sanitario de Progreso, las investigaciones han abarcado la declaración de ex funcionarios públicos, tanto directores de coordinadores de las administraciones de Reyna Quintal Recio, María Esther Alonzo y Daniel Zacarías, a fin de determinar a quién la culpa, a pesar del evidente daño el proceso continúa trabado y sin visos de seguir adelante.
Mientras tanto, en el lugar destinado como sitio de disposición final de los residuos producidos por el puerto, las medidas establecidas por NOM-083-SEMARNAT-2003 se ven infringidas flagrantemente, ya que todos los desperdicios se encuentran a la intemperie, sin la más mínima medida de seguridad y emitiendo diversos gases propios de la descomposición de orgánicos como el metano, así como humo proveniente del incendio incesante que durante los 365 días del año en los últimos tres años ha consumido la montaña de basura que se localiza en este sitio.
Actualmente nada se puede hacer respecto este problema, ya que es necesario concluir el proceso legal proveniente de la demanda que enfrenta el lugar por daño ambiental, y que hasta el momento sigue retenida sin avances, luego de cerca de tres años de haber sido interpuesta.