Más de cinco mil feligreses abarrotaron las gradas y parte de la grama del campo deportivo Miguel Hidalgo al celebrarse el Domingo de Ramos en Progreso, evento en el que se recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y con el que dieron inicio las actividades de Semana Santa en Progreso.Eran las siete y media de la mañana, y antes de iniciar la ceremonia litúrgica, el Padre Francisco Mukul Domínguez, párroco de la Purísima Concepción y San José, montado en un burro y rodeado de niños, se dirigió al altar.
“Esta pequeña procesión representa el camino que debemos seguir para llegar al cielo y ser felices con Dios, pero a veces el pecado nos aleja”, explicaría posteriormente en la homilía.
El Padre invitó a la feligresía a dejar a un lado rencores y resentimientos para vivir con plenitud estos días, en los que destacó “se celebran los grandes misterios de nuestra salvación”.
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