Ante la falta de vigilancia en la caseta de policía del parque de la colonia ejidal Benito Juárez, ladrones bajaron el interruptor para que el lugar quedara a obscuras y pudieran desbaratar sin ser vistos un pequeño negocio familiar de cocina.
Debido a la escasez de elementos policíacos, se dejó sin agentes la caseta del parque de la Benito Juárez, por lo que los delincuentes no tuvieron inconveniente para llevarse de un puesto una estufa seminueva de 4 quemadores, un tanque de gas butano de 20 kilos, 10 ollas de diferentes tamaños, un vestido de niña con valor de 300 pesos, así como 15 sillas de plástico y otros utensilios, cuyo monto total es de aproximadamente 10 mil pesos.
Este robo se perpetró en las primeras horas de la madrugada del sábado en un pequeño puestecito de refrescos metálico, instalado dentro del parque de la Benito Juárez, a la mitad de la carretera que va a Chicxulub Puerto.
Es importante comentar que a pesar que existe otro puesto de comida que trabaja de forma nocturna, donde incluso dejan un taque de gas butano más accesible, ese no lo tocaron.
En entrevista con el afectado, Sr. Víctor Efraín Pech Pech, comentó que con muchos sacrificios se armó este pequeño negocio familiar, que atiende junto con su esposa Margarita Vargas Duarte de 32 años, por lo que les dieron el tiro de gracia al llevarse lo que prácticamente era su herramienta de trabajo.
Como ya se dijo, entre lo robado figuran una estufa seminueva de 4 quemadores, que acababa de llevar para cocinar pescado frito, con su tanque de 20 kilos.
Pero no bastó esto para los ladrones, ya que también cargaron con 10 ollas de diferentes tamaños y un vestido de niña con valor de 300 pesos, que habían dejado en el puesto para no mancharlo.
También se llevaron todas las sillas de plástico que sirven para poner afuera del puesto, para que se sienten a comer los clientes.
Según se supo, el pasado viernes se cerró este puesto de comida a las 18:00 horas y el sábado a las 19:00 horas regresó el dueño por unas cosas y se percató que habían forzado una tapa del puesto.
“Los amantes de lo ajeno sabían que los sábados eran día de descanso, así que tenían confianza de que nadie estaría”, dijo.
Con esto casi acabaron con este micro-negocio familiar que tenía 15 días de haberse abierto para vender comida en la mañana y al mediodía.
Esto es debido a que desde hace un mes ya no hay elementos destacados en la caseta de policía, y esto provocó que alguien bajara el interruptor y dejara el parque en oscuras. Se notaron las huellas de un triciclo cerca del puesto, donde supuestamente se llevaron las cosas.
Además había sendos golpes en el techo metálico pero no pudieron abrirlo los ladrones, y con una palanca forzaron una tapa. Pero ante todo este escándalo, los vecinos no vieron, ni escucharon nada.
Tomaron conocimiento agentes de las policías Municipal y Estatal, mientras que los afectados interpusieron de inmediato su denuncia en el Ministerio Público.(PorEsto)
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