Del total de visitantes que llegaron, permanecieron en el puerto alrededor de 300 cruceristas en su mayoría familias completas, grupos de amigos, parejas y personas de la tercera edad, ya sea jubiladas o pensionadas en su país de origen, los Estados Unidos.
De esta manera, se vio una cantidad importante de visitantes pasear en los alrededores de los puestos ubicados en el Bazar de las Artesanías, malecón tradicional y zona comercial de la calle 80, mercado municipal, visitaron y recorrieron la Casa de la Cultura, Palacio Municipal, el parque Independencia y la iglesia parroquial.
A los que sí les fue más o menos bien fue a los que ofrecen puros, mandiles, sombreros, joyería de plata y alpaca, cocos helados y masajistas. Por cierto, en el restaurante del inicio del malecón, los gerentes aclararon que ahora se les da pase libre a los comerciantes ambulantes para que entren a zona de camastros.
En el Bazar de las Artesanías, comerciantes se quejaron de los ambulantes que vienen de Mérida porque les quitan clientela.
Ángel López Rivera dijo que son dos cosas que les afectan en días de crucero: cuando ya están de vuelta de Cozumel para regresarse a Estados Unidos y el hecho de que hay una gran cantidad de venteros ambulantes que provienen de otros lados como Mérida, Tixkokob entre otros lugares.
Ellos no dejan nada al puerto, venden y se regresan, en cambio uno, como es de aquí da ganancias a todo el puerto al gastar lo que se gana en dólares, agregó.
Por su parte, José Caamal dijo que las vacaciones han empezado mal pero tiene la esperanza de que mejoren.
Tenemos el parámetro de que este año ganamos en promedio 400 diarios cuando tan solo el año pasado ganábamos unos 1,500 al día, no sé si por la crisis y por cualquier otra situación, pero ojalá que las vacaciones mejoren.
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