Asimismo, se vio a numerosos paseantes del interior de la República Mexicana quienes llegaron a ocupar algunas de las palapas que se encuentran en el interior de la playa. Las familias en este caso no trajeron comida preparada como hacen o acostumbran las familias del puerto, pues prefirieron desayunar y almorzar en los restaurantes y bares ubicados en la famosa avenida del puerto.
En cuanto a los turistas extranjeros, que en esta ocasión fueron en masa aprovechando las condiciones propicias para un excelente día de playa con temperatura superior a los 38 grados centígrados, muchos llegaron en grupos sobretodo en el caso de las jóvenes canadienses y norteamericanas que llegan a estudiar turismo y arqueología a la ciudad de Mérida.
También se vieron a parejas que vinieron por primera vez a Yucatán y algunas chicas que dijeron venir de vacaciones desde países tan lejanos como Inglaterra e Irlanda.
Por otra parte, restaurantes, fondas y bares presentaron buena ocupación en cuanto a comensales se refiere, sobretodo fue un placer el ver a varias familias deleitarse con el platillo típico de la región: el tradicional pescado frito, acompañado de salsas, cebolla curtida, arroz, fríjol colado, tortillas calientes y cerveza o refrescos embotellados bien helados.
Los que tuvieron algo de venta debido a la buena cantidad que despidió el último sábado playero del mes en curso, fueron los comerciantes de artesanías, como collares, playeras, blusas y batas así como los dedicados al comercio de cocos, mangos, algodones de dulce, granizados, dulces de pepita y kibis, etc.
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