De repente Freddy (Castillo) me empezó a insultar y a jalonear y eso lo vieron los demás venteros ambulantes entre ellos un señor con muletas de nombre Jorge que me auxilió y me defendió, agregó.
Castillo no se quedó con los brazos cruzados y casi reta a golpes al discapacitado ante la vista de los cruceristas que presenciaron el bochornoso espectáculo sin que estuvieran presentes ni los inspectores de Recaudación Fiscal ni elementos de la Policía Municipal o Estatal.
También se dieron quejas entre miembros del sindicato de trovadores de la CTM Enrique “Coki” Navarro que acusaron a su líder, Juan de Dios Cortés Valdez de pasar la “charola” como si estuviera pidiendo limosna o caridad a los turistas del barco de recreo.
Eso no está bien, no habla bien del sindicato y nos deja una mala imagen, nos denigra, dijeron los quejosos entre ellos Fausto Canché.
Todo esto sucedió durante la jornada de crucero en que arribó el Carnival Triumph con un total de 3,3386 pasajeros y 1,080 tripulantes de los cuales permanecieron en el puerto alrededor de 1,500 personas.
La nave llegó a la terminal de cruceros alrededor de las 7:22 horas procedente de Galveston, Texas y partió luego de algunas horas con rumbo a Cozumel, Quintana Roo a las 16:30 horas.
Los comerciantes y prestadores de servicio, contrario a lo sucedido con el arribo del Elation, esta vez sí tuvieron buenas ganancias a decir de quienes venden sombreros, puros, hamacas, joyería de plata, paseos en banana y restauranteros.
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