EL MERCADO, CLIENTE FRECUENTE DE LAS LLUVIAS

Locatarios del mercado municipal se siguen quejando porque las autoridades no atienden el llamado de auxilio pues sus pasillos, techos y locales se siguen inundando como se pudo observar en una breve visita a la también llamada central de abastos.

Don Delio Casanova dijo que ya se acostumbraron a que cada que llueve se desaten "las regaderas" que se encuentran en el interior del edificio.
Esto nos convendría si hubiera algún incendio, como manera de apagar el peligro, pero estamos hablando de que es una calamidad, que cada que llueve nos mojamos más que estando afuera, dijo.
Hipólito Salazar señaló que numerosos pasillos y entradas al inmueble se enchumbaron de agua pluvial como ya se ha vuelto una no muy sana costumbre, sin que nada ni nadie le ponga un justo remedio.

Incluso algunos locales no abrieron sus puertas sobretodo propietarios que viven lejos del puerto como el caso de vecinos del fraccionamiento Flamboyanes y a quienes por no tener medios (vehículos) tuvieron que resguardarse de la fuerte lluvia.

Quienes sí abrieron sus puestos tuvieron la doble tarea no sólo de ponerse a trabajar en sus negocios sino de sacar el agua que entró de las descargas pluviales, pues los desperfectos no han sido desde un buen tiempo reparados.