El navío arribó sin contratiempos sin embargo los prestadores de servicios reportaron cuantiosas pérdidas como los que ofrecen batas, gorras, cinturones, hamacas, chucherías en madera y piedra, sombreros y alhajas.
Rafael Parra que se dedica al comercio de productos artesanales señaló que el mal tiempo que entró a las doce del día terminó por aguarles la fiesta pues horas antes las ventas empezaban a mejorar pero con la llegada del “norte” las ilusiones terminaron por acabar.
Las ventas estuvieron raquíticas, casi nadie quiso comprar, y ahora con el viento fuerte que avecina la entrada del “norte” el día para nosotros claramente terminó, esperamos mejor suerte para la próxima semana cuando lleguen tres cruceros, uno el lunes y dos más el miércoles, apuntó.
Por su parte, Marina Castro Poot señala que las ventas estuvieron raquíticas para los dedicados al área de masajes y también para los que cuentan con lanchas para dar el servicio de paseos en banana pues por el fuerte y violento oleaje a las embarcaciones les fue prohibido hacerse a la mar. Aún así el servicio otorgado por unos pescadores no se interrumpió poniendo en peligro a los viajeros pues el mar se encontraba terriblemente picado.
La nave llegó con 2, 402 pasajeros y 902 tripulantes de los cuales estuvieron como 300 en varias partes del puerto tanto en el malecón, zona turística, Casa de las Artesanías, Mercado Municipal, parque principal, entre otros puntos de interés.
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