Los informantes comentaron que debido a que con anterioridad se han dado casos de borrachitos que acosan a los numerosos turistas que permanecen en el puerto se hace necesario la implementación de un programa más estricto de vigilancia y seguridad para beneficio de los visitantes y paseantes que llegan a la zona turística.
Ojala que las autoridades reforzaran las acciones de vigilancia y seguridad para con los turistas que llegan a este lugar porque se han dado caso de borrachitos que se acercan ya sea para molestar al turista, para acosarlo o hasta para robarles, incluso se sabe que algunos se meten hasta el mar para pedirles dinero, comentaron.
En caso dado de que se dé la presencia de borrachos o malvivientes que molestan al turismo extranjero que proviene de los barcos turísticos, mencionaron que es necesaria la oportuna intervención de la policía municipal pues son ellos los que pueden proceder a realizar alguna detención.
Personas que trabajan directa o indirectamente en el interior de las playas o afuera del malecón comentan que el sitio de reunión de los borrachitos es en los arcos del muelle, lugar donde se juntan para tomarse sus cervezas, por lo que se genera cierta preocupación ya que algunos turistas les gusta visitar el playón y pasar acceder a el tienen que pasar por dicho lugar.
También es de todos conocidos los grupitos que se forman en el inicio del malecón en donde se les ve tomando las “chelas” ante la presencia de los policías municipales. Incluso al inicio del malecón en tiempo de cruceros se ha restringido el paso de cualquier persona ajena por el hecho de que se han dado robos perjudicando a los viajeros.
Como ejemplo de lo anterior una pareja de estudiantes franceses les incomodaba el hecho de que teporochitos se instalaron frente a donde ellos se encontraban para “mirar” los encantos al descubierto de la joven mujer, quien ante las lascivas miradas nada más se sonreía con nerviosismo.
Es por ello que se hace un llamado a los guardianes del orden para que pongan ahora sí que orden en la zona turística del malecón pues por el simple hecho de ser lugar acostumbrado para los ebrios ahuyentan el poco turismo local, nacional y extranjero que viene a la ciudad.
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