Alrededor del mediodía comenzó a arremolinarse en la playa gran cantidad de gente, entre ésta turistas, masajistas y estudiantes que se escaparon de la escuela.
El motivo fue que se llevaba a cabo una sesión de fotos de guapas turistas con una boa constrictora de 1.90 de largo, color café, que era puesta por sus dueños en el cuello de las extranjeras y al terminar pasaban la charola para el cobro de éstas.
Al ser entrevistados, los sujetos no proporcionaron sus nombres, pero dijeron que eran protectores de la vida salvaje de Cozumel y Cancún y el objetivo de su presencia era promover el cuidado de las especies en vías de extinción de la región.
La pareja, que estaba vestida como los cazadores de Africa para llamar la atención, lo que lograron, dijeron que portaban permiso de la Profepa y Semarnat, que todos sus papeles estaban en regla.
Todo marchaba bien, la solicitud de fotos era constante, circulando los billetes verdes, pero de pronto la fiesta se acabó ya que llegó el inspector de recaudación fiscal Jorge Carlos Chavarría Quijano, quien les pidió que muestren el permiso, pero no lo tenían y las credenciales que portaban no eran oficiales, por lo que les indicó que fueran al Palacio Municipal a tramitar el permiso correspondiente.
El inspector Chavarría Quijano dijo que la pareja ya había estado en el puerto con esta misma actividad en el inicio del malecón y regresó después de un tiempo.
“Les preguntamos si tenían el permiso pues están manejando una especie muy peligrosa, esto por seguridad del mismo turista; el único animal autorizado, con permiso para trabajar en la playa, es Juanito, la inmensa iguana verde que ha sido un gran atractivo para los visitantes, el cual se gana su comida al tomarse fotos los extranjeros con él los días de crucero”, expresó el inspector.
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