Antes de las nueve de la mañana se empezó a registrar un movimiento fluido de automóviles y camiones que se dirigían al punto más atractivo de este puerto: el malecón. De ahí se estacionaron tres autobuses turísticos que provenían de la ciudad de México y sus alrededores como Toluca y Neza.
También llegaron al lugar turistas extranjeros que como siempre no faltan a la cita playera en un sábado por la mañana y la tarde. De los grupos extranjeros que llegaron al puerto se encontraban jóvenes ingleses, finlandeses y holandeses quienes dijeron estudiar idiomas y turismo en la ciudad de Mérida.
Asimismo, arribaron al lugar grupos de japoneses y los residentes canadienses y estadounidenses que vienen por temporadas al puerto mientras termina el clima frío de sus países.
Durante la mañana y parte de la tarde se vio a gran cantidad de familias reunidas en un solo punto: las paradisíacas playas en donde tanto grandes como chicos pudieron disfrutar del mar, dándose sabrosos chapuzones en el agua salada, bronceándose bajo los atenuantes rayos del sol y haciendo castillos en la blancura de la arena.
Los prestadores de servicio aprovecharon las buenas condiciones para llevar sus bananas acuáticas mismas que tuvieron buena demanda entre el turismo nacional que arribo al lugar desde muy temprano.
También tuvieron buenas ventas los chamulitas a quienes se les vio ofrecer sus productos durante todo el día en su acostumbrado trajín tanto a visitantes locales, nacionales y extranjeros. Comerciantes de artesanías reportaron buena ventas sobre todo en cuanto a collares se refiere, figuras talladas y ropa para la playa.
Hubo buena demanda para los que se dedican a comercio de kibis, granizados, dulces de pepita, hamacas, sombreros, entre otros artículos.
De las familias que tienen sus casas en las comisarías también se dirigieron a las playas aprovechando las buenas condiciones climatológicas a pesar de que por momentos se nublaba y se dejaba sentir un extraño fresco que presagiaba tal vez la cercanía de mal tiempo.
Por cierto, alrededor de las nueve de la mañana algunas personas ya estaban tomando las “chelas” por lo que se considera deben de ver las autoridades encargadas de la vigilancia porque se supone que la venta de estos productos debe empezar hasta las once de la mañana.
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