En este evento anual, se vivió una jornada cargada de dramatismo, en el sentido de que varios corredores llegaron pero cayéndose a la meta dando su ultimo esfuerzo.
Todos los corredores dieron su máximo esfuerzo, al correr esta prueba extenuante, agotadora, que no todos pueden superar, el calor era impresionante desde temprano ya que es una distancia de 42.195 kilómetros, y es una tradición arraigada en este puerto, durante estos festejos marinos.
Uno de las primeras y dramáticas caídas fue la de Erika Sauri Ramírez que quedó segundo lugar en medio Maratón (21 kilómetros), quien al momento de cruzar la meta sufrió un desvanecimiento.
Esta corredora inmediatamente que cruzó la meta quedó como “engarrotada “ para luego caer al suelo, y fue atendida de inmediato por la Cruz Roja y los paramédicos.
Pero esto quedó sólo en susto, ya que después de un descanso, y de darle un masaje se levantó para recibir su medalla.
Otras caídas que se notaron fue entre varones, cuando muchos contemplaban la cercanía de la meta, de momento le pisaban al “acelerador“ pero chocaban o trastabillaban, cayendo al pavimento.
Una de las ventajas que se notaron, fueron los chips tipo tabla que se colocaron en los tenis de los corredores, asegurados debidamente, esto es para que al momento de cruzar la meta y pisar los 2 tapetes azules, estos mandaban la señal electrónica a la computadora de inmediato dando su nombre, ciudad o país de procedencia y el tiempo realizado, esto no dejaba duda alguna del tiempo realizado, se tenía una arma precisa con esta tecnología de punta.
Otro punto que hay que destacar es la labor y supervisión de los 50 árbitros de la Asociación Yucateca de Atletismo, que estuvieron esparcidos en todo el derrotero, desde la salida, en el trayecto, en relevos y en la meta.
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