sábado, 28 de marzo de 2015

MENSAJE CATOLICO DE PASCUA

Estimados hermanos y hermanas con la celebración del miércoles de ceniza iniciamos un camino de oración, penitencia y conversión. Camino que ya está llegando a su fin; pues con la celebración del domingo de ramos vamos a iniciar una semana muy especial, la semana santa, días de gracia y bendición, pues recordaremos y haremos presente en las celebraciones los grandes misterios de nuestra fe cristiana, “La pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo”, expresaron los presbíteros Francisco Mukul Domínguez y Efraín Pérez Borjóquez.
Este camino lo hemos vivido de manera personal y comunitaria, por eso el motivo de ese mensaje es para que no nos quedemos a mitad del camino sino que lleguemos a la meta. Que todas las obras de misericordia que se han realizado, los víacrucis, oraciones y sobre todo el arrepentimiento de nuestros pecados nos lleven a vivir e iniciar la Pascua con un corazón renovado y agradecido con Dios por todo lo que Él ha hecho por nosotros.
San Pablo dice en su carta a los Romanos 6,4-7: “…somos sepultados juntamente con Jesús para la muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también andemos en vida nueva… Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que nos sirvamos al pecado, porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado”.
Por eso vivamos y renovemos nuestro ser de bautizados. Luchemos en contra de nuestros pecados. Aprovechemos el Amor de Dios para perseverar en nuestra vida cristiana y demos testimonio de la Alegría de tener a Jesucristo junto a nosotros. Para todo esto el Evangelio, como buena noticia, y la vivencia del mismo es la ayuda que necesitamos para dar ese paso a la conversión de nuestros corazones hacia Dios.
Por eso con el Evangelio estamos llamados a llevar en donde sea que nos encontremos el anuncio liberador y festivo de estos días, es decir, vivir y compartir de que sí existe el perdón y que es más grande el Amor de Jesucristo que nuestros pecados y de que además nos ama gratuitamente.
Además de todo esto bien vale la pena que nos unamos a la intención del Papa Francisco de orar por la paz. Paz y tranquilidad que tanta falta hacen en nuestro puerto.
Seamos pues portadores de buenas noticias y de paz en medio de nuestras familias y comunidad. El Señor nos invita a anunciar gozosamente el mensaje de su misericordia, de perdón y de esperanza. Compartamos pues como hermanos estos días santos.
Les esperamos y llenos de esperanza y gratitud todos estos días para agradecerle a Nuestro Señor Jesucristo todo que hace y sigue haciendo por nosotros.

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