jueves, 16 de julio de 2015

PROGRESO TIENE NUEVO VICARIO. Padre Cristhian Cáceres

La comunidad católica de Progreso le dio una cálida bienvenida al Pbro. Cristhian Cáceres Solís de 33 años de edad, quien desde el pasado martes se convirtió en el nuevo vicario cooperador de la iglesia de la Purísima Concepción y San José.
El cura nacido en la capital yucateca un 8 de noviembre de 1981 comentó que apenas llegó el martes a las nueve de la mañana a ponerse a las órdenes del párroco Pbro. Francisco Mukul Domínguez y ya a las siete de la noche de ese mismo días estaba ofreciendo su primera misa en el templo parroquial con alumnos de las escuelas Candelaria Ruz Patrón y Maniobras Marítimas turno vespertino.
El entrevistado, quien llegó a suplir el lugar que tenía el Pbro. Omar Efraín Pérez Bojórquez quien fue enviado a la iglesia de Fátima en Mérida, dijo que su vocación sacerdotal la obtuvo mientras participaba con un grupo de jóvenes de la iglesia Jardines de Mérida llamado “Génesis”.
Llevábamos labor social a lugares como asilos u hospitales llevando siempre la palabra de Dios a enfermos, desahuciados o como apoyo a familias a sobreponerse al luto.
Terminando mi preparatoria a los 17 años entré al Seminario Mayor Nuestra Señora del Rosario y San Idelfonso y allí estuvo por un espacio de 12 años, pero un año antes de terminarlo me enviaron a estudiar a Roma por un período de otros cuatro años, por lo que el tiempo de mi ordenación se retardó, añadió.
Finalmente me ordené el 17 de septiembre de 2011 junto a otros cuatro sacerdotes, entre ellos estaba el Pbro. Fausto Castillo, ex vicario de esta iglesia, siendo mi padrino el padre Fernando Sacramento.
Por otra parte, comentó que Progreso, en el poco tiempo que ha estado desde su llegada, ha sido recibido con los brazos abiertos por las familias progreseñas que han demostrado su amabilidad y cordialidad.
El cura es hijo de los señores Vladimir Cáceres Valladares, comerciante de oficio, y María del Rosario Solís Chan y tiene dos hermanos, Vladimir, el mayor y Pamela, la menor.
Anteriormente había estado en dos iglesias como vicario: María Inmaculada y El Buen Pastor, ambas de Mérida.
El ser vicario de esta parroquia representa la posibilidad de trabajar con una comunidad muy viva, tener la oportunidad de servir a gente del asilo, que padecen alguna enfermedad y convivir con la juventud de este municipio, lo que representa una parroquia con muchas posibilidades, con muchas áreas de oportunidad, lo que representa un gran reto en este último aspecto porque los jóvenes de ahora pasan por muchos distractores en sus vidas como las redes sociales o el internet.
El reto es utilizar el lenguaje de los jóvenes, presentarle a un Cristo que habla su propio lenguaje, que conoce sus necesidades y problemáticas, necesitan a un Cristo que le acompañe a donde ellos están, ayudarlos a vivir un noviazgo sano, obtener un empleo, problemas que ellos a diario enfrentan sin olvidar que lo profundamente humano es profundamente de Dios, finalizó

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