martes, 14 de julio de 2015

SE DESPIDE PADRE EFRAIN DE PROGRESO

Anoche se llevó a cabo la misa de acción de gracias, que marca la despedida del vicario cooperador de la iglesia de la Purísima Concepción y San José, Omar Efraín Pérez Bojórquez, quien estuvo por espacio de un año y una semana, llegando a relevar un 6 de julio del año pasado a Fausto Castillo Pereyra, quien viajó a Italia a estudiar.
El padre dijo una frase en la que enmarcaba su experiencia en Progreso: “En el mar la vida es más sabrosa”.
Recuerdo que hace un año, 6 de julio para ser exactos, en medio del nerviosismo y la tristeza dije a los hermanos de Valladolid: “Dicen que en el mar la vida es más sabrosa, vamos a ver si es así como dice la canción.” Hace unos días uno de esos vallisoletanos testigos de mis osadas y atrevidas palabras me preguntó: “¿Entonces qué Padre? ¿En el mar la vida es más sabrosa?” Esa pregunta reconozco que me dejó pensativo hasta que logré formular la respuesta.
Y sí, hermanos, en el mar la vida es más sabrosa. Cuando hablamos de algo sabroso en nuestro lenguaje común hacemos referencia a una conjunción de sabores que bien entremezclados y en su justa medida nos dejan la sensación de un sabor agradable al paladar. Y eso es lo que experimento hoy, un sensación agradable, pero no al paladar de mi boca, sino al paladar del alma, del corazón, ese paladar siempre necesitado de la experiencia del amor.
En el mar la vida es más sabrosa, donde se conjugan diversos sabores, aparentemente contradictorios, pero que colocados en su justa dimensión y aprovechados al máximo, dan lugar a esa sensación y experiencia de alegría, satisfacción y felicidad.

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