Durante las próximas vacaciones, aún siendo el puerto más importante del estado, sería conveniente que haya vigilancia sanitaria en algunos establecimientos donde se expenden alimentos de diversa clase como el caso de carnes asadas, tortas, tacos o pollos asados.
Es necesario que las autoridades aplicadas en materia de salud expidan oficios para exhortar a los propietarios de dichos establecimientos, para indicarles ciertas normas que se deberían acatar, como el uso de implementos (gorros, tapabocas) contar con agua potable y no manejar dinero si se prepara y se sirven alimentos.
Durante un breve recorrido por distintos del puerto, donde se ofrecen alimentos o bocadillos, como tortas de asado y empanizado, se constató que en algunos de ellos estas normas no se respetan y sus propietarios señalan no haber recibido ninguna advertencia sanitaria o bien el justificarse al decir que cuentan con permisos de salud.
Algunas personas dedicadas a este tipo de negocios han señalado, en incontables ocasiones, que sus establecimientos están regularizados desde hace años y que siempre tratan de cumplir con los requisitos y reglamentos en cuanto a salud se refiere.
No obstante el caso de algunos puestos que ofrecen sus productos a la intemperie, expuestos muchas veces al sol, polvo o “smog”, producido por el paso de constantes vehículos en las zonas de donde estos puestos están establecidos, lo que indica que, en realidad, no se cumple con los mínimos requerimientos en materia de sanidad.
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