El navío arribó sin contratiempos, pues no hubo mal tiempo que hiciera presa de las paradisíacas playas locales las cuales muchas veces ante las inclemencias del tiempo se da la vaciante en el mar, dejando una extensa separación entre este y la arena de la playa lo que se aprovecha por más de uno para dar un ligero paseo a la orilla del mar.
Ante un perfecto clima, los prestadores de servicios reportaron cuantiosas ganancias como los que ofrecen batas, gorras, cinturones, hamacas, chucherías en madera y piedra, sombreros y alhajas.
Rafael Parra que se dedica al comercio de productos artesanales señaló que se llevó sus buenos billetes verdes al vender productos de alpaca y palma.
Las ventas estuvieron aceptables, mucha gente se animó a comprar, apuntó.
Por su parte, Marina Castro, Tatiana Cruz y Magaly Alferez señala que las ventas estuvieron regulares para los dedicados al área de masajes y también para los que cuentan con lanchas para dar el servicio de paseos en banana y motos acuáticas.
La nave llegó con 2, 656 pasajeros y 902 tripulantes de los cuales estuvieron como 800 en varias partes del puerto tanto en el malecón, zona turística, Bazar de las Artesanías, Mercado Municipal, parque principal, entre otros puntos de interés.
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